Así consta en un informe distribuido por el Partido Popular que detalla los objetivos de la propuesta planteada por Rajoy y que ha recibido fortísimas críticas desde otras formaciones políticas y asociaciones de inmigrantes.

El contrato de integración obligaría al inmigrante a "cumplir las leyes españolas, respetar las costumbres del país, aprender el castellano y, si lo desea, otra lengua cooficial, pagar sus impuestos y cotizaciones, trabajar activamente para integrarse entre los españoles" e incluso retornar a su país "si por espacio de un periodo de tiempo carece de empleo y de medios para sostenerse".

A cambio, el PP asegura que el Estado se comprometería por escrito ante el inmigrante a "concederle los mismos derechos y prestaciones que a un español, ayudarle en su integración, respetar sus creencias y costumbres particulares, mientras no sean contrarias a las leyes españolas, enseñarle el castellano y, si lo desea, la lengua cooficial del lugar donde resida, ayudarle y formarle para encontrar empleo durante un período de tiempo, y a ayudarle a retornar si por un período de tiempo carece de empleo y de medios para sostenerse".

PROCEDIMIENTO DEL CONTRATO

Este contrato de integración se firmaría "en la primera renovación" del permiso de residencia y trabajo, es decir, cuando el inmigrante lleve ya un año en España y manifieste su intención de permanecer de manera estable.

Afectaría a todos los extranjeros, exceptuando los miembros de la Unión Europea, y se plasmaría mediante un "documento formal" que plasmaría el "compromiso mutuo del inmigrante y de la sociedad española en favor de su integración".

Si el inmigrante incumpliera de forma "evidente" el contenido del contrato, no se renovaría su permiso de residencia en España.

Según el PP, el contrato de integración es respetuoso con la diversidad cultural y los rasgos propios de cada inmigrante, ya que "en absoluto" se le expulsaría por mantener sus creencias o costumbres particulares.

La formación que lidera Mariano Rajoy asegura que el Gobierno se comprometería en el contrato a respetar las ideas del inmigrante "mientras no sean contrarias a las leyes españolas" y destaca que "este respeto no es incompatible con el deseo de que todos conozcan la lengua española y que todos respeten los principios legales de España y los valores comunes en los que éstos se sustentan".

CASOS SIMILARES EN EUROPA

En defensa de la idea contenida en el programa electoral de Rajoy, el PP aduce que el contrato de integración ya existe de manera parecida en otros países europeos como Francia, Bélgica u Holanda.

En Francia, por ejemplo, existe un "Contrato de Acogida e Integración que se tiene muy en cuenta en la concesión o denegación de permisos" y que, recientemente, se ha extendido a la solicitud de la primera autorización de residencia.

El PP asegura que Bélgica tiene "un modelo bastante similar" al francés, mientras que Holanda "impone un examen previo de integración, no sólo para los que llegan sino también para los ya residentes", sobre el conocimiento de la lengua y las costumbres y valores de esta nación.

Por su parte, en Reino Unido se puso en marcha a finales de 2005 el examen "Vida en el Reino Unido" obligatorio en los procesos de concesión de la nacionalidad británica, en el que deben acertarse un 75% de las respuestas.

Finalmente, el PP subraya que los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Polonia y España se comprometieron en marzo de 2006 a estudiar la posibilidad de introducir un "contrato europeo de integración" o un "examen europeo" para los inmigrantes que desean adquirir la condición de ciudadano.