Rajoy ha aprovechado sus recientes conversaciones con barones territoriales y destacados mandatarios del partido para escuchar sus preferencias y sondear la acogida que tendría designar a Pío García- Escudero como su "número dos".

Pío García-Escudero se ha convertido en los últimos años en una de las personas de más confianza de Rajoy, hasta el punto de que le encargó la dirección de las campañas electorales de las autonómicas y municipales de mayo de 2007 y de las generales de marzo de 2008.

Actualmente es el portavoz del PP en el Senado, así que tendría que abandonar esa responsabilidad si Rajoy le nombrara secretario general, ya que ha declarado públicamente que la persona elegida debe dedicarse "en exclusiva" a la Secretaría General.

Rajoy también ha expresado en sendas entrevistas concedidas al diario ABC y Catalunya Radio que tiene "decidido" el nombre del próximo secretario general, aunque no quiere desvelarlo todavía para que no sufra la campaña de erosión a la que le están sometiendo sus detractores.

Sin embargo, en las conversaciones con su equipo y los presidentes del partido más cercanos a él ha dejado entrever que Pío García-Escudero es su preferido, según las fuentes consultadas por Servimedia.

CUMPLE LOS REQUISITOS

García-Escudero reúne todos los requisitos para ser secretario general del PP: tiene una larga trayectoria política, conoce el partido en profundidad, mantiene buenas relaciones con la inmensa mayoría de los barones territoriales, es afable y conciliador, tiene amplia experiencia en la coordinación de equipos, es muy discreto y se ha ganado la confianza de Rajoy con su trabajo y lealtad.

Tanto Javier Arenas, presidente del PP de Andalucía, como Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, han pedido a Rajoy que la persona elegida para la Secretaría General debe ser alguien "con mucho peso" dentro del partido para que su nombramiento sea "incontestable".

García-Escudero encaja con esa definición puesto que sería bien recibido tanto en el aparato, al frente del que ya trabajó cuando era coordinador de Organización en la época de José María Aznar, como en las delegaciones regionales.

La única que podría poner reparos al nombramiento de García- Escudero sería el PP de Madrid, encabezado por Esperanza Aguirre. De hecho, fuentes próximas a la presidenta de la Comunidad de Madrid aseguraron a Servimedia que esa decisión sería mal vista porque se le considera "afín" a Alberto Ruiz-Gallardón.

Como alternativa a García-Escudero, algunos dirigentes populares han recomendado a Rajoy que elija un secretario general más autoritario y mediático, como los presidentes del PP de Andalucía, Javier Arenas, y de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Sin embargo, cuando se lo han planteado, Rajoy ha asegurado que eso es "imposible" porque ambos deben centrarse durante los próximos años en sus respectivas comunidades a hacer oposición al andaluz Manuel Chaves y al manchego José María Barreda.

Rajoy quiere que el próximo secretario general del PP se dedique en exclusiva a labores internas de organización y delegue sus apariciones públicas en un portavoz oficial del partido. Esa labor parece reservada para el diputado valenciano Esteban González Pons, a quien Rajoy ya le ha garantizado un puesto a su lado.

Otras opciones que también han planteado a Rajoy para secretario general son la diputada Ana Mato, que ya trabajó a sus órdenes como coordinadora de Organización cuando Aznar le designó sucesor en septiembre de 2003. El líder popular ha escuchado todas las propuestas pero se ha interesado de manera especial por conocer la acogida que tendría García-Escudero.

La mayoría de los dirigentes consultados por Rajoy han dado el visto bueno al posible nombramiento de García-Escudero, aunque el líder popular se ha limitado en sus conversaciones a preguntar sobre las preferencias de cada cual sin desvelar sus intenciones.

Por su parte, fuentes cercanas al portavoz del PP en el Senado aseguraron a Servimedia que Rajoy todavía no le ha ofrecido nada y que su deseo es continuar al frente del Grupo Parlamentario en la Cámara Alta.

El propio García-Escudero también ha manifestado públicamente esta preferencia, aunque -tras el anuncio de Ángel Acebes de que no repetiría en el cargo- dejó abierta cualquier posibilidad porque siempre ha sido "una persona de partido".