Rajoy se expresó en estos términos durante la presentación de la lista de candidatos al Congreso y al Senado por Madrid en un acto celebrado en el Palacio Velázquez del Parque del Retiro, en el que estuvo arropado por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y al que no acudió el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.

Fuentes consultadas por la dirección nacional del PP aseguraron a Servimedia que no había razones para que Gallardón asistiera a la presentación, dado que "él no es candidato". Mientras Rajoy posaba con su equipo electoral, el alcalde anunciaba la creación de nuevos aparcamientos en Madrid.

Tanto Rajoy como Aguirre evitaron cualquier alusión a Gallardón y se centraron en arremeter contra el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, así como contra su campaña electoral.

El presidente del PP sacó a relucir el eslogan elegido por el PSOE ("Motivos para creer") y aseguró que "sólo hay un motivo para creer a la vista de lo que ha ocurrido (estos años), que es que el señor Zapatero deje de ser el presidente del Gobierno de España". "Para eso hay muchísimos motivos", apostilló.

Rajoy acusó a Zapatero de crear "problemas innecesarios" desde el Gobierno y de alimentar "polémicas de manera artificial", como el enfrentamiento con la jerarquía de la Iglesia, para movilizar a su electorado y acallar otros debates.

"Hay alguna polémica que ya lleva viva desde el 30 de diciembre", dijo por la concentración que la Conferencia Episcopal organizó en Madrid a finales de 2007. "Se agarran a la desesperada a esos asuntos porque creen que les puede beneficiar electoralmente. Sinceramente, creo que se equivocan y que los españoles necesitan que se les hable de los temas que importan".

OCURRENCIAS Y PROPAGANDA

Rajoy subrayó que si gana las elecciones generales de marzo y llega a La Moncloa, dirigirá un "gobierno serio y previsible" y abandonará las "ocurrencias" e "inventos de última hora" del actual presidente del Gobierno.

Aseguró que el PP no recurrirá a la "propaganda" ni abrirá "polémicas artificiales", porque el suyo es un "proyecto de concordia" que pretende unir a todos los españoles.

Asimismo, prometió una política antiterrorista que permita acabar con ETA sin negociar y una política exterior centrada en la alianza internacional "con Merkel y Sarkozy", en lugar de con "dirigentes tropicales" como Hugo Chávez o Fidel Castro.

Delante de la mayoría de los candidatos del PP al Congreso y al Senado, Rajoy dijo estar "muy orgulloso" de la lista del PP de Madrid, por haber configurado "un gran equipo".

Subrayó que la lista está encabezada por "uno de Pontevedra" y que cuenta como número dos con "alguien que ha nacido en Teruel", en alusión al ex presidente de Endesa Manuel Pizarro.

Al igual que Esperanza Aguirre, Rajoy arremetió contra el Gobierno de Zapatero por no haber iniciado "ninguna infraestructura" en Madrid a lo largo de estos cuatro años, ni haber prestado la atención necesaria a la seguridad ciudadana y la dependencia.

Aseguró que actualmente el Gobierno de España invierte en Madrid 600 millones de euros menos que cuando el PP estaba en La Moncloa, lo que le llevó a manifestar su "compromiso" con la capital.