Rajoy afirmó que Belloch tenía "prestigio" cuando era juez, pero que lo ha perdido en el Gobierno. Agregó que los españoles no esperan de él que acuse de violencia verbal a la oposición, sino que explique su actuación al frente del ministerio.

Rajoy dijo que "en este momento el mayor factor de crispación política en España son los casos de corrupción, la situación eonómica, etc" y que eso no pueden ocultarlo las "salidas de tono" del Gobierno.

Opinó que "la estrategia del PSOE es muy clara y es muy similar a la del año 1993: es dividir a España entre derecha e izquierda, entre buenos y malos, entre ricos y pobres, entre los que quieren quitar las pensiones y los que quieren dejarlas. Jugar con esas cosas, aparte de ser muy demagógico, es muy poco ético".

Rajoy aseguró que su partido quiere integrar a una mayoría de españoles en un nuevo proyecto político y claró que "lo único contra lo que vamos a ir es contra la gestión perjudicial a los intereses españoles, que en estos momentos es la que encarna el Gobierno de Felipe González, que es probablemente el Gobierno más abrasado y corrupto que ha habido en los últimos años en la Unión Europea".

Sobre su política de acuerdos tras las elecciones de mayo, señaló que "el establecer pactos con el PSOE es, desde luego, algo que el Partido Popular tiene claramente descartado", y añadió que cualquier pacto se realiará sobre la base de los programas.