Las palabras de Rajoy suponían un reconocimiento implícito de sus diferencias con la líder del PP de Madrid y la manifestación de que está dispuesto a pasar página y no prolongar el enfrentamiento hasta el congreso de junio.

Rodeado de decenas de periodistas, Rajoy respondió a sus preguntas: la primera sobre su relación con Aguirre. Destacó su presencia hoy en la sede del Gobierno madrileño y anunció que el próximo día 5 "estaremos juntos en la presentación del libro de Jaime Ignacio del Burgo y el próximo 25 de mayo tendremos un acto de partido para conmemorar la victoria municipal y autonómica de Madrid".

Consciente de que la política de gestos es tan importante como las palabras, Rajoy se mostró relajado durante la recepción oficial, en la que tuvo reservado un asiento a la derecha de la presidenta de Madrid.

También compartió escenario con ella y con el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, para contemplar la parada militar y los tres departieron amigablemente ante las cámaras de televisión a su regreso al interior de la Casa de Correos, sede del Gobierno de Madrid.

Ya en el interior de la sede del Ejecutivo madrileño afirmó que con Gallardón le une una "extraordinaria relación" desde hace más de 20 años y se negó a pronunciarse sobre si espera algún otro abandono, después de la marcha del ex portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana.

Rajoy dijo que su mayor deseo en "estos momentos de dificultad" es que el PP "esté a la altura de las circunstancias".

En ese punto, aprovechó para mostrar su confianza en que el PP se presentará ante la sociedad como "un partido unido", y para ello "haremos un esfuerzo de integración. Vamos a dar oportunidades a gente que se las merece y tiene ganas de trabajar" y vamos a "jugar a aquello de que no se ganan amigos por vía de sustitución, sino por vía de ampliación".

"Las cosas", reconoció abiertamente el presidente del PP "están mucho mejor que hace 15 días y dentro de otros 15 estaremos mucho mejor aún".

Sobre la propuesta de realizar primarias para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno en el PP, Rajoy dijo que ese es ahora "un debate abierto" que deberá resolverse en el Congreso que el PP celebrará a finales de junio.

"Lo único que espero", puntualizó, "es que sea un debate del que salga un partido más unido, más fuerte y que esté a la altura de lo que esperan más de diez millones de españoles que nos dieron su apoyo, y otros que no nos lo dieron, pero que quieren una oposición que cumpla su función de controlar al Gobierno y ser capaces de presentar un alternativa".

Rajoy dijo no saber todavía si tiene los 2.000 avales necesarios para presentar su candidatura a presidir el PP en el congreso, pero insistió en que en los últimos tiempos ha tenido la oportunidad de recibir el "apoyo" y el "ánimo" de los militantes del PP en toda España, y dijo que ésta es "una de las razones por las que me presento como candidato". En su ánimo está la voluntad de "corresponder" a ese respaldo y el deseo de "estar a la altura de las circunstancias".