Durante su intervención en el debate parlamentario sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2006, Rajoy definió las cuentas públicas presentada por el ministro Pedro Solbes como "bellas palabras, promesas generosas y nobles intenciones".

A su juicio, la economía española sigue creciendo gracias a las reformas introducidas "en la segunda mitad de los 90" por el Ejecutivo de José María Aznar por lo que, en el año y medio que lleva de mandato, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se ha dedicado "a comerse los frutos que otros sembraron".

Rajoy acusó al vicepresidente segundo del Gobierno de vivir en el "carpe diem" y el "tancredismo feliz" ante los problemas que padece la economía española. En lugar de ofrecer soluciones, dijo, el ministro de Economía y Hacienda "se ha cruzado de brazos".

Asimismo, reprochó al jefe del Ejecutivo su "poca preocupación por los problemas de la gente" mientras trata de impulsar su idea de la Alianza de las Civilizaciones para hacer frente al terrorismo internacional y combatir la pobreza en el mundo.

PROBLEMAS DE LA ECONOMÍA

El líder del PP advirtió de que la economía española posee "fuertes desequilibrios" pese al incremento del Producto Interior Bruto (PIB) superior al tres por ciento. Entre los principales problemas citó la inflación, pérdida de competitividad y el déficit exterior.

Rajoy argumentó que estos indicadores "no son catástrofes naturales" que aparecen de manera imprevisible sino que son consecuencia de la "falta de reacción" de los responsables económicos del Gobierno.

Advirtió de que estos tres problemas "pueden dar al traste" con la senda económica española de los últimos años si no se ponen en marcha reforma estructurales necesarias de inmediato e interpretó que Solbes debe de tener el "corazón partido".

Rajoy manifestó que el incremento de los impuestos indirectos del tabaco y del alcohol contribuye a aumentar la presión fiscal, primero, y los precios, después, pese a que Rodríguez Zapatero prometió en su discurso de investidura lo contrario. "La claridad es evidente y el grado de incumplimiento también", apostilló.

Además, sacó a relucir las previsiones que hizo el año pasado el ministro de Economía sobre el precio del petróleo, quesegún el Gobierno iba a quedarse en los 35 dólares y ha sufrido un "pequeño deslizamiento al alza del 70 por ciento".

Rajoy acusó también al Gobierno de hacer "trampas" y "propaganda" con los Presupuestos Generales del Estado al rebajar la previsión de empleo para 2006 y subir el gasto en I+D+i cuando no se ha ejecutado en la totalidad lo correspondiente a este ejercicio.

INFLUENCIA DEL ESTATUTO DE CATALUÑA

El presidente del PP defendió la existencia del debate sobre las cuentas públicas del Estado porque "pocas cosas pueden expresar con tanta fuerza la existencia de un proyecto común como la elaboración de un presupuesto común".

"Este debate materializa la voluntad de conformar una sólsa nación soberana tal como acordamos en 1978, una voluntad que ratificamos simbólicamente cada vez que nos reunimos para discutir uno de los vínculos más sólidos de cualquier sociedad políticamente organizada: los ingresos y gastos de sus instituciones", dijo.

Rajoy advirtió de que con el Estatuto de Cataluña "se está cuestionando" el consenso constitucional de 1978 y se pretende "parcelar por caminos oblicuos la voluntad soberana de los españoles e imponer un modelo de Estado que responda mejor a la sensabilidad estética y emociones privadas del señor Rodríguez Zapatero".

Para terminar, confió en que la "madurez" de la sociedad española "no consentirá que frivolidades de semejante cariz den al traste" con el modelo de Estado y "sequen las raíces" del proyecto común que es España.