Rajoy hizo estas consideraciones durante la presentación del libro "Raymond Aron: un liberal resistente" que ha elaborado la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside el ex presidente del Gobierno José María Aznar.

Rajoy aseveró que la política exterior de Rodríguez Zapatero es "una fotografía en negativo del pensamiento de Raymond Aron", puesto que contiene muchos de los errores sobre los que el filósofo francés advirtió tras la Segunda Guerra Mundial.

El presidente del PP señaló que las democracias actuales "siguen teniendo ante sí un horizonte lleno de inquietudes y amenazas" tras la aparición de un terrorismo islamista "que trata de desestabilizar la pujante vitalidad de las sociedades abiertas".

Rajoy criticó a "quienes, desde la desorientación y la obsesión por el compromiso mal entendido, eso que algunos llaman talante, pretenden anestesiar a sus sociedades frente a nuestros más graves enemigos".

Asimismo, comparó el "compromiso inequívoco" y la "solidez de las convicciones" de Aron en la defensa del sistema democrático con "el carácter acomodaticio" y "la inconsistencia, la debilidad, la ausencia de rumbo y de horizonte de otros", en alusión a Zapatero.

ERRORES DE ZAPATERO

Entre los errores de la política exterior de Zapatero, Rajoy denunció que "la mezcla de antiamericanismo y de ignorancia ha resultado explosiva" en las relaciones del actual presidente con Estados Unidos.

Criticó la "irresponsable apuesta" de Zapatero por una relación preferencial con Francia y Alemania, ya que ha supuesto, entre otras cosas, la renuncia al poder adquirido por España en el Tratado de Niza.

Rajoy reprochó la "laxitud, tibieza y permisividad" de Zapatero en Iberoamérica ante "regímenes totalitarios" como los de Fidel Castro y Hugo Chávez cuando, en su opinión, habría que actuar con "firmeza" frente a ambos.

La Alianza de Civilizaciones también fue objeto de los comentarios del presidente del PP, para quien esta idea de Zapatero ha resultado una "especie de panacea a los problemas de seguridad que exhibe el planeta".

Rajoy negó que la relación con Marruecos haya mejorado desde que el PSOE ganó las elecciones generales y recriminó al Gobierno que esté dispuesto a abrir un diálogo a tres bandas con Gran Bretaña y Gibraltar sobre el futuro de la colonia.

También lamentó que Zapatero haya "olvidado reiteradamente" la influencia que España tiene ante otros países del mundo y reclamó un mayor esfuerzo para llevar "la marca de España" por todo el planeta.

ALTERNATIVAS DE RAJOY

Cumpliendo con el guión establecido en la nueva etapa de oposición abierta por el Partido Popular, Rajoy planteó una serie de ideas como alternativa a la política exterior del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

La primera de ellas sería "recuperar la sensatez y la prudencia" hasta regresar "al cauce de las políticas alineadas, moderadas, equilibradas, propias de cualquier democracia occidental".

El líder del PP señaló como "fundamental" la recuperación de una relación sólida con Estados Unidos puesto que, parafraseando a Raymond Aron, "europeísmo y atlantismo son realidades complementarias y mutuamente beneficiosas".

La tercera medida sería "retomar una política europea que defienda eficazmente los intereses de España y que apoye el proceso de integración contribuyendo a sacar a la UE de su actual situación de estancamiento".

Establecer una relación de "sensatez" con Iberoamérica sería otra iniciativa de Rajoy, quien estaría dispuesto a reunirse con Castro y Chávez desde un diálogo "firme y exigente".

La sexta medida sería reforzar los órganos correspondientes de las Naciones Unidas, Europol y la Unión Europea en la lucha contra el terrorismo.

Rajoy reivindicó también un "multilateralismo eficaz" que mejore el funcionamiento de Naciones Unidas, en especial con la reforma del Consejo de Seguridad para que la Unión Europea aparezca como miembro permanente.

Marruecos y Gibraltar son otros dos de los objetivos a mejorar en la política exterior para el líder del PP, así como la recuperación del liderazgo que a España le corresponde en el marco del Mediterráneo.

Finalmente, Rajoy defendió el desarrollo cultural de España en el mundo y el apoyo a las empresas nacionales en el exterior para lograr que sus productos sean "competitivos y conocidos" en todos los mercados.