El presidente de Greeenpeace en España, Javier Pastor, expresó el apoyo de la asociación ecologista a los boniteros españoles y pidió a los pescadores franceses que abandonen el uso de redes ilegales. Pastor explicó que Greenpeace apoya a los pescadores españoles pero "no porque sean la flota española, sino porque tienen la razón en este conflicto", ya que usan un arte de pesca "selectivo, que es uno de los más ecológicos".

El Rainbow Warrior, que llegó esta mañana al puerto coruñés procedente de Nueva York, zarpará en los próximos días para reunirse con los barcos boniteros del Cantábrico, donde vigilarán a los buques franceses e intentarán evitar que pesquen con redes ilegales.

Pastor no specificó la fecha ni los lugares donde Greenpeace tratará de controlar a los boniteros galos, a fin de efectuar esas "acciones directas por sorpresa".

OIDOS SORDOS

El presidente de Greenpeace en España señaló que la asociación lleva mucho tiempo denunciando el uso de redes de deriva y lamentó que las autoridades hagan "oidos sordos cuando se trata de ecologistas".

En este sentido, recordó que hace un año la agrupación requisó este tipo de mallas a barcos italianos y las expuso en Mallorca y País antes de devolverlas a la embajada italiana.

En cuanto a la llamada "guerra del bonito", Javier Pastor destacó que el apresamiento del barco francés 'La Gabrielle' "fue legítimo aunque fuera ilegal". No obstante, indicó que también en España hay unos treinta barcos que utilizan este tipo de artes, la mayor parte de Algeciras.

"Muchos de los buques de arrastre que operan en el Gran Sol también utilizan redes ilegales y capturan pescado de tamaño inferior al permitido", aseguró.