El incidente más grave se registró en la localidad de Getxo, donde los radicales cruzaron una torreta de suministro eléctrico en la vía. El conductor del tren no pudo evitar el choque y, aunque no se registraron daños personales, los viajeros se alarmaron ante el impacto y el brusco frenazo de la unidad en la que viajaan.

El servicio quedó interrumpido en ese punto durante las dos últimas horas de funcionamiento del Metro, hasta que los daños fueron reparados. La Policía Autónoma Vasca atribuye esta acción a "incontrolados" y por el momento no ha efectuado ninguna detención.

En diversos puntos se registraron otros incidentes, como el apedreamiento de las lunas de uno de los trenes. La compañía estima que el precio de las tres lunas rotas rondará el millón de pesetas. A estos destrozos hay que añadir la rotura,en el interior de los trenes, de algunos cajetinos de los frenos de emergencia y de los extintores.

Al margen de los incidentes provocados, la jornada de ayer resultó complicada. Las máquinas expendedoras de billetes se encuentran averiadas desde el pasado lunes, por lo que la compañía no puede ofrecer datos sobre el número de viajeros que han utilizado este servicio en sus primeros días.

A estas dificultades hay que añadir un fallo en el suministro eléctrico que provocó un apagón en la estación e la Plaza Moyúa, en pleno centro de Bilbao. La falta de luz obligó a evacuar la estación, que permaneció cerrada al público durante veinte minutos.