Angeles de Miguel, miembro del departamento jurídico del RACE, explcó que la mayoría de las infracciones por exceso de velocidad que reclaman los usuarios han sido cometidas en autopistas, pese a que éstas son las carreteras más seguras.

Fuentes de la DGT aseguraron a esta agencia que, desde la puesta en marcha de estos radares, el número de infracciones por exceso de velocidad creció, pero las sanciones descendieron, por dificultades en la detención del vehículo infractor.

El RACE discrepa con la DGT en cuanto a las dificultades para detener a un usuario por exeso de velocidad ya que, si el vehículo infractor sobrepasa al de Tráfico, éste inmediatamente "saca sus distitivos" y puede llevar a cabo la detención.

Los usuarios que se dirigen al RACE para reclamar tras ser multados por exceso de velocidad pretenden que se les acredite que efectivamente han cometido esa infracción.

La comprobación de la sanción depende de unas pruebas mecánicas basadas, por un lado, en la situación legal del propio radar móvil, homologación, aprobación, número de serie, reviión, y por otro, en la fotografía que se ha tomado de la infracción, que es la que acredita la velocidad, el equipo que ha medido, la hora y el día.

Por último, De Miguel señaló que los radares móviles ya se usan en muchos países de Europa y en España, que cuenta con un total de 76, se irán perfeccionando poco a poco.