En el encuentro, los gobiernos preparará con expertos en comercio de armas el borrador de un informe sobre esta práctica, que será el primero que se realice a escala europea y que endurecerá la política sobre exportaciones de armas.

El informe servirá a los Estados miembros para detectar a los traficantes que ya han sido rechazados en otro país miembro y que intentan comerciar en otro donde los controles no son tan duros.

Para que este sistema sea más efectivo, algunas asociaciones anti-comercio de armas han pedido que las listas se haan públicas, aunque esta cuestión se discutirá en la reunión de finales de septiembre.

La futura lista forma parte de las acciones que los Estados miembros están realizando desde que los gobiernos aprobaran el año pasado, bajo la etapa de presidencia británica, un código de conducta sobre exportación de armas que impide la venta a combatientes de numerosas zonas en conflicto.

El nuevo sistema prevé que los países que no han concedido licencias de venta de armas a determinadas compañías registren u decisión en una lista, citando la razón de su rechazo. De esta manera, si las compañías deciden intentarlo en otro país, las autoridades de éste pueden comprobarlo.