El acuerdo al que llegaron consiste en una apertura del 20% de aquí a dos años para las empresas que tengan un consumo mínimo de 25 millones de metros cúbico por año.

Tras ese plazo de dos años, los Quince tendrán cinco años para liberalizar el 28% del mercado, que afectará a los consumidores de más de 15 millones de metros cúbicos por año. Además, tendrán un plazo de diez años para liberar el 33%, que afectará a los que consuman más de 5 millones de metros cubicos por año.

En la actualidad, en España las empresas que consumen más de 25 millones de metros cúbicos de gas suponen el 29% de todo el mercado, las que consumen más de 15 millones suponen el42% y las que consumen más de 5 millones, el 60 por ciento.

La medida no afectará a regiones en las que un gaseoducto acabe de ser construido ya que en ese caso se podrá pedir una exepción de diez años.

El secretario de Estado de Energía, Nemesio Fernández-Cuesta, afirmó que "dentro de un marco liberalizador hay que asegurarse que se dan las condiciones suficientes como para garantizar la rentabilidad de las empresas privadas que se dediquen a la construcción de gaseoductos de tranporte".

Auque en un principio esta medida no afecta a los pequeños consumidores, sí que acabará notándose un efecto en los precios, porque según explicó Fernández-Cuesta, "la competencia genera bajada de precios y estrechamiento de márgenes, por consiguiente en la medida que se liberaliza el mercado prevemos ese estrechamiento de márgenes y esa reducción de precios, que no va ser muy grande, porque estamos en la gama de baja de precios y que tampoco será inmediata".