En rueda de prensa, Fidalgo intentó rsolver la situación con una afirmación. "Hemos finalizado un proceso aparentemente complicado pero muy sencillo" y aseguró tener ahora tanto apoyos como cuando finalizó el VII Congreso del sindicato, donde fue nombrado secretario general en sustitución de Antonio Gutiérrez. Pero entonces contó con el apoyo de Benito.

No obstante, tuvo que reconocer que en la reunión de la Comisión Ejecutiva de esta tarde, de 26 miembros, sólo 15 le dieron su respaldo, mientras que 11 votaron en contra de su propuesta e expulsar a Benito. "La Comisión Ejecutiva es el órgano de Gobierno y esta ha sido la decisión", explicó.

A las preguntas de los informadores sobre las razones reales de la expulsión de Benito, Fidalgo se limitó a decir que eran "desintonías" que necesitaban un ajuste. "Esto es una crisis del órgano de dirección porque las cosas allí manifestadas (en referencia a diferencias de opinión de Benito y sus leales) requerían un ajuste", dijo.

Sin embargo, rechazó que el sindicato esté en crisis, sino ue sigue funcionando y también rechazó que tenga que convocarse un congreso extraordinario para solucionar estos asuntos "internos". "No tenemos que esperar para resolver ajustes internos al próximo congreso", sentenció.

BENITO, QUIEBRA

El destituído Rodolfo Benito compareció acompañado por tres "leales" que han decidido también excindirse voluntariamente de los órganos de dirección del sindicato, al considerar que Fidalgo no ha actuado correctamente.

Benito atribuyó a Fidalgo haber abierto unaquiebra en el sindicato que no se soluciona con su expulsión sino que "comienza ahora", en cuanto el sindicato empieza nuevamente su labor.

Criticó que Fidalgo llevara una propuesta esta mañana a las reuniones del sindicato, que era la de su expulsión, y de la que no se movió un ápice. "Es un hecho negativo porque supone que tenía una decisión tomada a priori", explicó.

Calificó de "impostura" la posición de su secretario general que, hace sólo una semana, le negó que fuera a destituirle, sino qu le refirió únicamente las discrepancias que mantenían.

Por ello, Benito advirtió de que "no se cierra nada con mi destitución. Se abre una quiebra sin precedentes en la historia de CCOO", y acusó al secretario general de abandonar los principios aprobados por el VII Congreso Confederal del sindicato, celebrado en abril de 2000 y que acabó con la elección de Fidalgo como secretario general, con los apoyos, entre otros, del propio Benito y del secretario del Metal, Ignacio Fernández Toxo.

De hecho la secretaria de Política Social de CCOO, Paloma López, una de las "leales" que abandona su puesto junto a Benito acusó a Toxo de, durante la reunión de esta mañana, amenazar a Fidalgo con pedir su dimisión como secretario general si paralizaba la expulsión de Benito. "Es una mala manera de actuar", dijo.

Hay que recordar que Toxo controla la Federación del Metal de CCOO, la más numerosa del sindicato y que, ya en el VII Congreso otorgó el poder a Fidalgo y tiene la fuerza suficiente para hacer decanarse a la dirección del sindicato en uno u otro sentido.

NUEVA DIRECCION

A pesar de la crisis del sindicato, a partir de mañana empezará a trabajar con la nueva dirección y configuración, que explicó José María Fidalgo.

Así, Rodolfo Benito será sustituido en la Secretaría de Organización por José Luís Sánchez, que hasta ahora ocupaba la Secretaría de Política Institucional, de la que pasa a ocuparse Salvador Bangueses.

Como queda pendiente cubrir la secretaria de Comunicación, que antes tabién ocupaba Benito, el líder de CCOO anunció que será ejercida por uno de los periodistas que ya trabajan en el gabinete de comunicación, previsiblemente Luis María González.

Además, dado que abandonan el secretariado del sindicato la responsable de Política Social, Paloma López, el secretario de Servicios, Antonio Rey y el secretario de Formación, Javier Fernández, estas áreas quedan enmarcadas en otras secretarías sin que, por el momento, se nombren sustitutos concretos.