Fuentes de Copyme señalaron que la aplicación del impuesto confirma los temores de los pequeños empresarios, profesionales y artistas que se verán afectados por el IAE, ya que la tarifa que establece supone un incremento medio en todo el Estado que oscila entre el 140 y el 700 por cien de los tributos municipales a los que sustituye.

Además, los responsables de la organización empresarial creen que el periodo de comunicación a los afectados de las tarifs que deberán pagar revela la precipitación con la que se ha puesto en marcha el nuevo impuesto, ya que sólo un 30 por cien de los 2,6 millones de contribuyentes que deberán pagarlo conocen el importe de su recibo.

La razón, explicaron, es la falta de infraestructura en los ayuntamientos para gestionar el IAE e informar de su inminente entrada en vigor, así como la descoordinación entre las administraciones implicadas en el proceso, la central y la local.

Según Copyme, hay delegaciones territoriaes de Hacienda no han traspasado a los ayuntamientos todos los listados de contribuyentes del IAE, por lo que estos no han podido comunicarles el impuesto que deberán pagar ahora, en lugar de las antiguas licencias ficales y los tributos por radicación, publicidad y gastos suntuarios.

A juicio de los pequeños y medianos empresarios, esta falta de organización entre administraciones es inadmisible, ya que los contribuyentes comunicaron sus altas en el nuevo impuesto a Hacienda en diciembre del año pasao.

El nuevo impuesto consiste en una tarifa mínima aplicada por Hacienda a cada actividad profesional, que puede aumentarse o reducirse según los coeficientes que elija cada ayuntamiento.

DESIGUALDADES

Todo apunta, según los afectados, a que el temor de las deficitarias corporaciones locales a rebajar su capacidad recaudatoria ha motivado la aplicación de coeficientes altos, que son los que hacen crecer el impuesto de forma desproporcionada y desigual, ya que el mismo negocio puede pagar impuesos diferentes en poblaciones y ubicaciones de las mismas características.

También la patronal CEOE ha expresado su rechazo contra este impuesto, e incluso ha planteado la posibilidad de promover recursos individuales de los afectados contra su aplicación, por entender que conlleva un fuerte aumento de la presión fiscal y va contra el principio de armonización fiscal en la CE, ya que es un tributo que existe en muy pocos países de la Comunidad.