Fuentes de la Asociación de Fabricantes de Juguetes manifestaron a Servimedia que la campaña de Greenpeace está ocasionando "una alarma injustificada entre la población", ya que aseguran que no xiste base científica para temer que los juguetes de PVC dañen la salud de los niños.

La industria juguetera espera que el Instituto Nacional de Consumo tercie en la polémica desatada a raíz de las acusaciones de los ecologistas para evitar que repercuta en las ventas, en una época tan importante para el sector como son las Navidades.

Respecto a la decisión que adoptaron las autoridades holandesas, al retirar los mordedores que contenían PVC, los fabricantes españoles creen que se trata de una meida preventiva que no está suficientemente justificada.

Por su parte, la multinacional Toys R'Us, uno de los objetivos de la campaña de Greenpeace, no retirará por el momento del mercado los artículos que vende fabricados con PVC, según confirmaron a esta agencia fuentes de la empresa.

Toys R'Us entiende que no existen motivos para adoptar esta medida, que afectaría a la mayoría de los juguetes de plástico que vende la cadena.