Durante un encuentro con empresarios españoles, y visiblemente enfadado con la pregunta relativa a Gurinski que le dirigió uno de los asistentes al encuentro, Putin aseguró que su Gobierno deja actuar libremente a la Fiscalía y que, "si existen violaciones de la ley, quienes lo hacen reciben una resuesta por parte del Estado".

Aseguró que él, personalmente, no cree que Gurinski tenga que estar "entre rejas", pero recordó que hay otro empresario ruso que lleva un año en prisión por una cuestión similar.

Putin insinuó que Gurinski ha logrado dos créditos millonarios, de 1.300 millones de dólares y 200 millones, y parece que no los ha devuelto con la debida diligencia, haciendo recaer la responsabilidad sobre una empresa, lo que podría haber provocado su detención.

Finalmente, evitó hacermás valoraciones hasta tener información de primera mano por parte del fiscal general ruso, si bien recordó que Gurinski no sólo es un empresario, sino que también es un "activista político" y un "dirigente judío".