Pujol, en el discurso de inauguración del XX Congreso de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria, señaló que los orígenes de esta "crispación" o "ambiente de bronca, fundamentalmente política, aunque también mediática", se encuentran "incluso antes" de los atentados del 11 de marzo.

Concretamente, fue a mediados de 2001, según Pujol, cuando se dio un cambio en el clima político, caracterizado por "la radicalización ideológica y mediática", y por "darse un trato de ligereza a ciertos temas importantes".

Según el ex presidente catalán, los objetivos de Cataluña son "afirmar la personalidad propia de Cataluña en el conjunto de España", algo que "no se hizo debidamente" en 1978, y que se ha mantenido así hasta el momento, "primero por error y luego por sentido de la responsabilidad".

DIGNIDAD E IDENTIDAD

Resumió que en 1978 "no se enunció la personalidad propia de Cataluña" y que, aunque los catalanes sean iguales "en dignidad" a otros españoles, no lo son desde "el punto de vista de la identidad". Matizó que son "españoles a través de su catalanidad".

Tras mencionar de pasada el "tema discutible de la nacionalidad", Pujol reinvidicó mayor número de competencias para las comunidades autónomas y resaltó la política de "recortar y recuperar" competencias por parte de la Administración central, "tanto del PP como del PSOE".

Refiriéndose a la "sacrosanta" solidaridad, Pujol explicó que "las comunidades más ricas no pueden soportar" las actuales políticas de solidaridad económica entre regiones "sin acusar un deterioro en su propio desarrollo".

Muestra de ello es para Pujol que "Cataluña retrocede", al igual que "otras zonas que tiene que aportar y empiezan a sufrir las consecuencias de sus aportaciones". Este retroceso se traduce en recortes del PIB catalán, aunque ello no quite que "Cataluña siga siendo una región motor" en la economía española.

Agregó que las actuales políticas solidarias "no pueden durar siempre" y mantenerse inalterables, ya que las regiones que disfrutan los beneficios de estas actuaciones tienen que reaccionar "por su cuenta" en términos de "creación de renta y riqueza".

Sobre el debate del Estatuto, aseveró que "las esperanza de los socialistas españoles" era que "el Estatuto no saliera de Cataluña", es decir, que los políticos catalanes "no se pusieran de acuerdo y el Estatuto no llegara a Madrid".

En cuanto al PP, para Pujol "ha encontrado en el Estatuto y en la campaña anticatalanista una buena forma para ellos de conectar con sectores importantes de la opinión pública".