Pujol explicó que la situación española ha cambiado mucho desde la transiciñon y que los partidos "ya no debemos actuar con miedo y debemos llamar a las cosas por su nombre: Cataluña es una nación y requiere un reconocimiento competencial, financiero e institucional diferente". El presidente catalán hizo estas manifestaciones en respuesta a la petición del portavoz del Grupo Mixto, Angel Colom, que se estrenó hoy en este cargo tras abandonar la pasada semana Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). En su intervención, preguntó a Pujol si tenía intención de pedir un pacto fiscal como el del País Vasco en el año 2001.

El líder de CiU señaló que la aplicación del principio de corresponsbilidad fiscal de manera progresiva debería permitir que, de forma gradual, se alcance ua fórmula de financiación, a la que llama "pacto fiscal", en la que la administración catalana recaudaría todos los impuestos en Cataluña y cedería una parte al Estado.

Añadió que "debemos procurar que no siempre tengan la llave ellos, que nosotros cobremos y después paguemos, y no al revés, que ellos cobren y después nos paguen".

Para Pujol, el modelo que propone es muy similar al del concierto económico de los vascos y navarros, aunque no descartó buscar otras fórmulas como repartir los impuests entre el Estado y la Generalitat.

Asimismo, negó que el cambio de modelo de financiación para Cataluña pudiera romper la unidad fiscal de España porque, dijo, "ya está rota, ya hay tres haciendas diferentes, la central, la vasca y la navarra".

"CATALAN CONNECTION"

La intervención del portavoz de ERC en la Cámara catalana, Josep Lluís Carod-Rovira, que se estrenó como representante de su grupo en el debate de política general tras la escisión creada por Colom en la formación, tuvo un tono más rispado e incluyó un intercambio de ironías con Pujol, después de que éste, en un "lapsus absolutamente involuntario" se dirigió al político republicano llamándole "señor Carod Colom".

Carod-Rovira, que le replicó visiblemente contrariado refiriéndose a él con un "señor Pujol Aznar", le recriminó que el pacto de CiU con el PP sólo beneficia a los "poderosos" y calificó de "catalan connection" sus acuerdos. El presidente de la Generalitat le respondió que sus palabras mostraban "una mezcla de literatur y de impotencia" y le reprochó la "visión utópica de la política catalana" que tiene ERC y "sin resultados concretos".

El portavoz de Esquerra aprovechó su intervención para pedir una ley electoral propia de Cataluña "que salga al paso del transfuguismo" para que "quienes dejen un partido no se lleven los cargos que tienen cuando han sido elegidos con las siglas, el programa y el dinero del partido", aludiendo directamente a Angel Colom, Pilar Rahola y otros cargos de su formación.

Por su parte,el presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, que cerró la sesión del debate de esta mañana, lanzó duras críticas a la Generalitat y acusó a Jordi Pujol de gobernar Cataluña de la misma forma que promovió y dirigió Banca Catalana, institución financiera que travesó una grave crisis en los años 80.

El presidente catalán, por su parte, negó que el proyecto de Convergència i Unió estuviera "agotado", y para ello puso como ejemplo la capacidad de influencia que ha tenido en los gobiernos del PSO y del PP.