El propio Pujol, que por la tarde ha viajado de nuevo a Barcelona, reconocía que en su entrevista con Gonzalez, que, al parecer, no se ha celebrado en Moncloa, deseaba "conocer de primera mano", refirindose al presidente del Gobierno, "cuál ha sido la evolución de una serie de temas económicos, políticos y relacionados con las instituciones del Estado", ante la "necesidad de tomar durante las próximas semanas y proximos meses algunas decisiones muy importantes y de gran calado".

Por su parte, un portavoz del Banco de España manifestaba a Servimedia que la entrevista con Luis Angel Rojo, que se ha celebrado durante el almuerzo, había sido solicitada por Jordi Pujol despues de que ayer la autoridad mnetaria recortara los tipos de interés, y que ha consistido en conocer la opinión de Rojo sobre la coyuntura y las perspectivas de la economía española.

Rojo parece haber tranquilizado a Pujol respecto al efecto negativo que unas negociaciones dilatadas pudieran tener sobre la economía.

De hecho, despues de reunirse con él Pujol ha manifestado que la buena marcha de la economía española permitirá "enfrentarse a las negociaciones políticas para la estabilidad con tranquilidad y no con una actitud ngustiada o temerosos de que el retraso por encontrar una solución definitva pueda afectar negativamente".

El presidente de la Generalitat catalana ha señalado que aún no existe fecha concreta para su anunciada entrevista con el presidente del PP, José María Aznar.

Sin embargo, ha dejado entrever la gran importancia que concede a esta entrevista, que deberá ser "extensa" y "en ciertos aspectos trascendente".

Asímismo, ha advertido que el contacto entre ambos puede no limitarse a una sola entevista sino que "deberá repetirse las veces que sea preciso".