PUJOL PIDE A FELIPE GONZALEZ QUE COMPAREZCA EN EL CONGRESO PARA EXPLICAR AL PAIS LA GRAVEDAD DE LA CRISIS ECONOMICA
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El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pidió hoy que Felipe González comparezca en el Congreso para explicar al país la gravedad de la situación económica y aseguró que no era partidario de una nueva devaluación dela peseta aunque, dijo, "no sería ningún desastre". Pujol insistió en que CiU no tiene intención de entrar en el Ejecutivo y que ciertas presiones en este sentido podrían ser contraproducentes.
En su opinión, el presidente del Gobierno debería convocar a los ciudadanos ante la televisión para contarles en qué situación económica se encuentra el país, a pesar de que valoró de forma positiva la próxima comparecencia del ministro de Economía, Pedro Solbes, en el Congreso, el próximo día 19 de agosto con sta finalidad.
Pujol aseguró en la última rueda informativa antes de vacaciones para explicar los acuerdos del Consejo Ejecutivo que si él estuviera en el lugar de González no dudaría en explicar la crisis que sufre el país y se refirió a la facilidad del jefe del Ejecutivo para estas cuestiones: "El lo sabe hacer muy bien".
Sin embargo, dijo que la reacción del Gobierno a la hora de tomar medidas contra la crisis es "muy lenta" y que, en cierta medida, no puede aludir a "la herencia, como hiciern en el 82" para achacar la culpa de la economía, ya que "ahora la herencia es suya".
El presidente de la Generalitat valoró positivamente la decisión tomada hoy por el Bundesbank de reducir los tipos de interés y el hecho de que el Gobierno alemán asegure que su país ya ha tocado fondo en su recesión. A su juicio, estos son dos puntos de esperanza para la mejora económica del resto de países europeos.
En este sentido, comentó su satisfacción por haber pedido en reiteradas ocasiones la devaluació de la peseta a lo largo del año: "Si la industria y el turismo resisten es gracias a las devaluaciones. Han tenido un efecto muy positivo y muy rápido".
Asimismo, aseguró que Convergència i Unió (CiU) no tiene intención de entrar en el Gobierno del Estado tras la aprobación de los presupuestos aunque dijo que no se podía descartar nada y que lo único que reclamaba la coalición era "lealtad y honestidad" hacia el cumplimiento de sus promesas.
No obstante, quiso dejar claro de nuevo que el peso delos nacionalistas catalanes era importante: "Si nosotros retiraramos el apoyo el país sería casi ingobernable".
En su opinión, una presión excesiva por parte de los socialistas para que finalmente CiU participe en el Gobierno podría ser contraproducente, y enumeró las cuestiones prioritarias para seguir apoyando al Gobierno.
Además de la aprobación de los presupuestos, que debe incluir la cesión del IRPF a las autonomías, la sanidad, los fondos de cohesión, los trapasos o la reforma de la Adminisración del Estado. Según los datos que facilitó, el Estado debe a la Generalitat 45.000 millones de pesetas en el apartado de Sanidad.
Respecto a la entrevista que mantuvo ayer con el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, con quién no se reunía desde hacía un año, señaló que fue cordial y se mostró abierto de llegar a acuerdos y a "hablar de todo".
(SERVIMEDIA)
28 Jul 1993
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