"Nosotros contribuimos muchísimo a la Constitución en los años 70, incluso moderando mucho nuestras reivindicaciones y dejándolas para más adelante, cuando el país estuviese consolidado y en paz", declaró Pujol a Radio Nacional

"No renegamos de lo que hicimos en la transición, en el 23-F, o en favor de la gobernabilidad y la estabilidad", pero, frente a esto, lo que iU está encontrando es "un ambiente hostil", prosiguió. "La aplicación que se está haciendo de esta Constitución nos deja perplejos, decepcionados".

El presidente catalán opinó que la reforma de la Constitución "no es necesaria. Si se aplica con el espíritu del 78 da margen para aplicar un deseo de amplia autonomía. Sin embargo se está aplicando de una forma y con unas actitudes que producen una situación incómoda".

"La Constitución es más nuestra que de ellos", dijo en referencia a los sectores ercanos al PP, "porque muchos de ellos la miraban con gran recelo y sin ningún entusiasmo".

Pujol criticó que durante el último año todas las leyes que se están aprobando en el Parlamento central "tienen un componente de rebaja autonómica".

Su negativa a celebrar los 25 años de la Constitución tras las declaraciones de Manuel Jiménez de Parga, presidente del Tribunal Constitucional, "es una forma de decir basta a esta agresión constante contra la propia Constitución y contra la autonomía y a la ceación de un clima negativo hacia Cataluña, y de decir que no estamos dispuestos a seguir haciendo de comparsas en esto".

El presidente de la Generalitat no quiso volver a referirse a las declaraciones de Jiménez de Parga, aunque sí mencionó que se están produciendo "frases impresentables desde el punto de vista del interés general, de la corrección política y del respeto a un país como Cataluña".