En una entrevista de más de tres horas en el Palacio de La Moncloa, Pujol pidió al jefe del Ejecutivo que no dilate "más allá de lo prudente" la aprobación de estas medidas de desarrollo competencial. Asimismo, hizo ver a González que no desea que vuelva a producirse el mismo retraso que afectó meses atrás al traspaso del 15 por ciento del IRPF para la financiación autonómica.

"No le he puesto plazos al presidente. Sólo digo que reclamamos determinados cambios de política atonómica y esos cambios, evidentemente, no pueden dilatarse de forma indefinida", afirmó Pujol en una rueda de prensa posterior al encuentro.

Durante la reunión, que el dirigente catalán calificó de "positiva", ambos mandatarios abordaron cuatro grandes asuntos: la política europea, la situación económica nacional, la reforma laboral y la política autonómica.

Explicó que en las dos primeras cuestiones existió una coincidencia plena entre sus reflexiones y las del presidente. Sobre Europa, reafirmron sus incertidumbres en relación con la construcción comunitaria y los problemas creados por la ampliación de la Unión.

Respecto a la crisis económica, Pujol comentó que había coincidido con González en que la situación será mejor en 1994 que en el pasado año, pero que todavía persistirán los problemas estructurales. El presidente de la Generalitat defendió la conveniencia de que desde el Gobierno central se haga un esfuerzo especial en apoyar a las empresas, porque de la salud de éstas, dijo, depene la creación de puestos de trabajo.

"ZARANDAJAS"

Sobre el capítulo autonómico, indicó que expuso a González cuáles son las líneas generales de reivindicación de su gobierno, "sin entrar en el detalle", y explicó que habían acordado que el presidente del Gobierno le trasladara una respuesta en una próxima reunión.

Durante su rueda de prensa, Pujol se empeñó en dar un tono comtemporizador a sus palabras cuando se le preguntaba por asuntos conflictivos como las tensiones surgidas entre CiU y el P por el uso de las lenguas o por el polémico documento sobre reclamaciones competenciales atribuido a la Generalitat.

En relación con este asunto, y tras asegurar que Felipe González no se había mostrado preocupado por la controversia creada, insistió en calificar de sesgadas y "muy malévolas" las informaciones publicadas estos días. Volvió a admitir la existencia del documento, cuya autoría situó fuera de la Generalitat, pero recalcó que no tiene valor oficial y que él incluso no está de acuerdo con lgunos de sus contenidos.

Ante las continuas preguntas que se le hacían al respecto, contestó que no le interesan este tipo de "zarandajas", sino los verdaderos problemas del país, como el paro o la crisis de las empresas. Como no lograba zanjar la cuestión, respondió en estos términos a la enésima pregunta que se le hacía: "Todo intento que se haga de culpabilizarnos por ese documento me resbala".