Pujol, que hizo estas declaraciones en la ruedade prensa posterior a la reunión de su Consejo Ejecutivo, insistió en que para su Gobierno y para CiU lo más importante en estos momentos es "conocer si el Ejecutivo tiene capacidad y voluntad de tomar decisiones" y "el grado de coraje" para llevarlas a cabo.

En este sentido, descartó que la pérdida de 3,3 puntos de CiU en las pasadas elecciones o la configuración del próximo calendario para las autonómicas catalanas y las generales constituyeran "la piedra de toque" para exigir al Gobierno de Felipe onzález el cumplimiento de sus compromisos.

Pujol recordó que "el pasado sábado o incluso el mismo domingo por la noche" insistió en que los resultados de las municipales no afectarían a las relaciones con el Gobierno y afirmó que él no tuvo "miedo" de pronunciarse pero, en cambio, los socialistas "tienen miedo de llevar adelante los traspasos".

El líder de CiU dijo que no aceptaba argumentos como los del ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, para justificar el retraso de las cometencias de la policía autonómica en materia de tráfico, según los cuales todavía quedaba pendiente un informe que debía realizarse en seis meses.

Pujol atribuyó también a "problemas internos" del PSOE la falta de acuerdo en las negociaciones con CiU, y "aún más" cuando se trata de temas autonómicos.

El presidente de la Generalitat explicó que había pedido al consejero de Economía y Finanzas, Macià Alavedra, que se pusiera en contacto con el ministro de Economía, Pedro Solbes, no sólo para hablarde la financiación autonómica y los Presupuestos del próximo año sino para intentar desbloquear el llamado contrato programa, que incluye la ampliación del metro en Barcelona, y que, según dijo, el ayuntamiento de la ciudad ha incumplido.

Respecto a la posibilidad de que el Gobierno "modifique" el acuerdo al que llegó con CiU de no revisar la financiación autonómica para 1996 con la condición de que no prevaleciera el techo del trasapaso del 15 por ciento del IRPF, comentó que "entenderemos que no tiee capacidad de cumplir su compromiso".

Sobre el futuro político de Miquel Roca indicó que "de manera inmediata" se incorporará como jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona y reconoció, en respuesta al alcalde de la ciudad, Pasqual Maragall, que "sin duda podrá ayudar" en la colaboración entre ambas instituciones. No obstante, añadió que Roca "ya conoce las dificultades existentes".