Pujol, que hizo estas declaracones tras la toma de posesión de Julia García-Valdecasas como nueva delegada del Gobierno en Cataluña, señaló que "el Gobierno puede decir que mientras esté vigente la actual ley, la ha de cumplir, y por ello ha de nombrarlos", y añadió que "nuestra posición al respeto es la de acelerar la nueva ley", que suprimirá a los gobernadores civiles.

En este sentido, recordó que los nacionalistas catalanes habían pedido "como un gesto" al PP que no los nombrara, ya que dentro de pocos meses debe tramitarse un ley para que desaparezcan, pero "no se pueden pedir peras al olmo".

Pujol también comentó que el Gobierno ha entregado al grupo de CiU el proyecto sobre la reforma de esta ley y que en las próximas semanas lo estudiarán.

El presidente catalán indicó que el Ejecutivo popular le ha hecho llegar otro documento de medidas económicas, de 28 páginas, y que deben debatirse para tener una posición definitiva sobre ellas.

Por otra parte, Jordi Pujol aseguró que actualmente se da la circunstancia par conseguir acuerdos no coyunturales, sino de fondo, sobre el encaje de Cataluña en España, y pidió para ello que tanto el PP como el PSOE y la sociedad en general se esfuercen para conseguirlo.

"Ya hemos demostrado", dijo, "que nosotros estamos dispuestos a hacer aportaciones positivas, dejando de lado los hechos coyunturales. Hace falta una buena voluntad", afirmó.

En el transcurso del mismo acto, Pujol avanzó que el presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Anton Duran Lleida, presidirá la parte catalana de la comisión mixta de traspasos Estado-Generalitat, mientras que el consejero de Economía, Macià Alavedra, seguirá siendo presidente de la de valoraciones.

Ambas comisiones estaban presididas en anteriores legislaturas por el portavoz de CiU en el Congreso, Miquel Roca en este caso. Joaquim Molins, actual portavoz del grupo, se encargará de la dirección de la negociación política con el Gobierno.

La nueva delegada del Gobierno en Cataluña, nacida en Bacelona y de 52 años, era hasta ahora la delegada de Hacienda en Barcelona y milita en el Partido Popular desde 1991, aunque hasta ahora no había tenido un papel activo en la política.

Julia García-Valdecasas, que leyó su discurso en catalán a pesar de que admitió que no es su lengua de expresión habitual, aseguró que este cargo supone su entrada en la política en un momento "histórico para nuestro país", refiriéndose al pacto entre el PP y CiU para la gobernabilidad.