En una rueda de prensa desde Bruselas para hacer balance de sus compromisos de legislatura con el Gobierno, dijo que "después de un año las cosas no van bien" y "nuestra experiencia con los socialistas no es de fiar", por lo que señaló que "ha llegado el momento, o bien de un punto inflexión, o bien dejarlo correr".

Puigdemont anunció una iniciativa de Junts en el Congreso de los Diputados "que le pedirá a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza. Hemos sido muy generosos y pacientes. No ha hecho lo suficiente para merecer nuestra confianza". El líder independentista compareció cuando se cumple algo más de un año de aquel acuerdo y aseguró que "los avances son escasos, la descoordinación entre lo que se aborda en Suiza y la práctica del Gobierno es muy preocupante”, recalcando que la confianza entre el bloque que dio la mayoría a Sánchez “se ha roto”.

"Sabemos que una cuestión de confianza solo la puede pedir él", pero Junts quiere debatirlo todo en el Congreso. "Sánchez tiene que dar la cara y tiene que aceptar un debate para explicar dónde estamos hoy. Planteamos la cuestión de confianza porque creemos que no ha hecho buen uso de nuestro apoyó", aclaró.

En caso de que la cuestión de confianza no prosperara, explicó Puigdemont, sería una ratificación de su confianza y "nosotros ya no tendríamos nada que decir". Si, por el contrario, no se somete a la cuestión de confianza, Puigdemont cree que sería "una grave irresponsabilidad y nos obligaría a tomar decisiones".

"¿Si no cumplen las condiciones que pactamos por qué le tenemos que volver a dar nuestro apoyo? Hemos perdido el tiempo y eso cansa mucho", criticó el presidente de Junts. Así, comenzó por decir que la amnistía no se ha cumplido. "Hoy no hay amnistía porque una amnistía que no es completa no es amnistía". El expresident, fugado de la justicia tras el 1-0, denunció la "gravedad extraordinaria" de lo que está sucediendo a nivel judicial.

"Sánchez no es de fiar y no ha conseguido quitar los recelos", dijo Puigdemont quien le recriminó que no se haya pronunciado en contra del Tribunal Supremo por no querer aplicar la amnistía, insistió el líder de Junts. El independentista criticó también otro de los puntos que conforman el acuerdo, la oficialidad del catalán en Europa, destacando que no se ha avanzado. "El catalán ya sería oficial si se lo tomaran con las mismas ganas que con el nombramiento de la vicepresidenta de la Comisión", denunció Puigdemont en referencia a Teresa Ribera. "Estamos cansados de reunión tras reunión y dar siempre la misma lista de acuerdos e incumplimientos", criticó.

Así, destacó que "no hay obstáculos jurídicos para conseguir la oficialidad del catalán. Es una cuestión simplemente política. Han dejado paso una oportunidad clarísima de hacerlo". Puigdemont también reprochó que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, no se haya reunido con él en Bruselas y se pregunto "si no tiene el valor de venir, como lo tendría que tener el presidente del Gobierno".

Por otro lado, sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2025, el independentista señaló que "nuestra condición para negociar el presupuesto del Estado español es que nos traigan la liquidación del presupuesto anterior" y advirtió de que eso no sería un voto favorable, solo sería un condicionante para sentarse a negociar.

Así, consideró que "el inventario de las cosas que tiene que hacer el PSOE está redactado y actualizado cada mes" y añadió que "siempre estaremos dispuestos a llegar a los acuerdos rutinarios que tienen que ver con el día a día, pero a nosotros nos votaron para resolver el conflicto político. Tenemos tiempo, pero no vemos suficiente voluntad política".