Así lo indicó Puigdemont en sus redes sociales, donde señaló que mientras dure la “represión política no existirá ninguna normalidad posible”. “Con el retorno de los exiliados perseguidos por la gran falsa judicial que ha sido el ‘caso Tsunmi’ se acaba una injusticia y es una alegría en términos personales y familiares”, añadió.

Sin embargo, remarcó que “aún estamos lejos de tener las condiciones que nos permitan hacer política con la normalidad a la que tenemos derecho no solo personalmente, sino sobre todo como pueblo”. Además, deseó a las personas que regresaron hoy que, “de alguna manera”, puedan recuperar “los años y los meses que les han robado”.

El expresidente catalán animó a las cinco personas que volvieron hoy a España a ponerse a trabajar de manera conjunta “lo más pronto posible” porque hay “mucho” trabajo “pendiente”. Precisamente, a él se le ha negado la aplicación de la ley de amnistía, por lo que aún no puede regresar a este país.

Aunque Puigdemont no pudo hacerlo, miembros de Junts recibieron a Rovira y al resto de personas que volvieron hoy en la localidad francesa de Salses, cerca de Cataluña. En concreto, se desplazaron hasta allí el secretario general, Jordi Turull; el portavoz del partido, Josep Rius, y el diputado Lluís Puig, quien tampoco puede aún regresar a España.