En una rueda de prensa en el Congreso, Puigcercós valoró el debate de toma en consideración de la reforma del Estatuto celebrado ayer en la Cámara Baja, aunque reconoció que ahorahay que encarar una etapa de diálogo que "no será fácil".

Los escollos más importantes siguen siendo la financiación y la definición de Cataluña como nación. Puigcercós insistió en que la legalidad vigente permite "excepcionalidades" financieras como las que se aplican a Canarias y, en todo caso, insistió en que "todo es salvable y se puede llegar a acuerdos con voluntad política".

Para culminar el consenso, dijo, "sería bueno no entrar en el regateo corto ni en una negociación de toma y daca". En materia de financiación, insistió en que el Parlamento de Cataluña "presentó ayer sus soluciones", y se dirigió al PSOE para decir que "si creen que hay otras, las ofrezcan", siempre y cuando sean "soluciones de verdad" y no mecanismos para "aplazar" los problemas.

Pese a estos obstáculos, los republicanos catalanes son "optimistas" en relación a la aprobación de un nuevo sistema de financiación que en ningún caso será "un problema de dinero, sino de fijar un sistema transparente y justo que acabe con la arbitrariedad".

Puigcercós consideró "lógico" que el PSOE haya elaborado su propio estudio sobre el sistema financiero, pero advirtió de que ese documento no puede ser el "punto de partida" del diálogo, porque "el documento base de trabajo" debe ser el Estatuto aprobado en el Parlamento catalán.

El dirigente republicano añadió que todos los gobiernos, tanto del PP como del PSOE, han ido corrigiendo su postura en relación a la financiación autonómica, para ir cediendo responsabilidades a las comunidades.

Además, recordó que pese a las resistencias del vicepresidente económico, Pedro Solbes, Zapatero ya anunció la negociación de un nuevo sistema de financiación en 2006, que podría entrar en vigor en 2007.

En cuanto al término "entidad nacional" empleado ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para definir a Cataluña, dijo que no debe ser tenida en cuenta como una propuesta formal en esta materia, máxime cuando los cuatro partidos que respaldaron la reforma están de cuerdo en mantener el término "nación", que consideran plenamente constitucional.

"Si hay voluntad política", concluyó Puigcercós, "ésta puede ser una negociación rápida; ese es nuestro deseo, que se puede conseguir si no entramos en el regateo".