La planta, que hoy fue inaugurada por el alcalde, José María Alvarez del Manzano, aunque será operativa a partir del próximo lunes, constituye la primera experiencia llevada a cabo en España en cuanto al tratamiento integral de residuos y cuenta con la tecnología más avanzada de la utilizada hasta la fecha en los países desarrollados.

Las instalaciones de Valdemingómez tienen apacidad para tratar 1.200 toneladas de basura al día (373.000 toneladas al año) y, según los responsables municipales, aliviarán en gran medida el problema de eliminación de residuos que sufre la capital, cuya producción de basura se sitúa en torno a 1,1 kilos por persona y día o, lo que es lo mismo, 3.600 toneladas diarias.

Valdemingómez recuperará todos los materiales susceptibles de reciclaje (chatarra, vidrio, plásticos), al igual que la materia orgánica de la basura, para convertirla en compost.También producirá energía eléctrica mediante la incineración de los restos de basura sobrantes que no pueden ser reciclados.

La planta posibilitará la reducción del volumen inicial de las basuras tratadas en un 92 por ciento, con el correspondiente ahorro de espacio en los vertederos madrileños, que en la actualidad están muy saturados.

En febrero de 1990, el pleno del Ayuntamiento de Madrid, por unanimidad de todos los grupos políticos (PP, PSOE, IU Y CDS), adjudicó la construcción y explotaciónde la planta a Dragados y Construcciones.

Posteriormente, fue constituida Tirmadrid, una sociedad anónima formada por Dragados, Unión Fenosa, Unisolar y ABT GMBH, que ha invertido unos 9.000 millones de pesetas en la construcción de la planta.

CANON POR TONELADA TRATADA

Los costes soportados por Tirmadrid serán recuperados mediante la venta de los productos recuperados y la energía eléctrica producida, así como por una canon por tonelada tratada que será abonado por el Ayuntamiento.

Está pevisto que Valdemingómez genere una energía eléctrica de 25 megawatios mediante la incineración de las basuras, cantidad suficiente para iluminar a diario una ciudad como Segovia.

Sin embargo, a pesar de la alta tecnología utilizada, la planta ha contado con el rechazo de los grupos ecologistas, que en reitradas ocasiones ha pedido la paralización de la construcción de la incineradora, por considerar que su actividad producirá residuos tóxicos peligrosos para la población.

En el acto inaugural dehoy se esperaba la presencia de algún representante de estos colectivos conservacionistas, así como la de los vecinos del municipio cercano de Rivas-Vacimadrid, aunque finalmente este hecho no ocurrió.

Eso sí, la Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) difundió hoy un comunicado en el que señala que la planta de Valdemingómez representa una "grave amenaza para la salud y el medio ambiente, además de suponer un elevado coste, no sólo en su construcción, sino también en su funcionaminto".

Frente a estos temores, la concejala de Medio Ambiente de la Casa de la Villa, Esperanza Aguirre, insistió hoy en que todo el mundo "puede estar tranquilo, porque el procedimiento utilizado en Valdemingómez es el más ecológico de todos los actualmente conocidos".