Según el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, el adelanto en la puesta en funcionamiento del puente, prevista en un principio para septiembre, se debe a la necesidad de evitar las largas colas que se producen en estas fechas en la frontera fluvial hispano-lusa.

No obstante, fuentes del Gobierno Civil de Huelva confirmaron el mantenimiento del actual servicio de transbordadores en el antiguo paso fronterizo fluvial.

El alcalde de Ayamonte, Isaas Pérez de Saldaña, señaló que la apertura del puente dará "una visión tercermundista", porque aún no se han concluido las obras en los accesos al puente en el lado portugués, así como en el edificio destinado para la aduana.

Por su parte, el Ministerio de Obras Públicas indicó que la apertura era necesaria, a pesar de los "pequeños detalles" que faltan, para evitar las aglomeraciones de vehículos.

El presidente de la Cámara de Comercio y el de pequeños y medianos empresarios de Ayamonte, Juan Cncepción y José Ignacio López, respectivamente, afirmaron que las pérdidas económicas pueden ser cuantiosas, porque el sector del comercio quedará al margen del movimiento de visitantes por el nuevo paso fronterizo.

Además, explicaron que el puente puede formar un "caos circulatorio" en la ciudad, porque los camiones que vayan a transitar por él deben pasar la aduana en el paso fronterizo fluvial antiguo.

Sin embargo, los sectores turísticos del Algarve portugués recibieron con satisfación la decsión de abrir al tráfico el puente internacional.

La realización de las obras ha supuesto una inversión de 3.000 millones de pesetas, aportadas a partes iguales por los gobiernos español y portugués, en virtud de un acuerdo firmado en 1970.

Se desconoce la fecha concreta para la inauguración oficial del puente, aunque los responsables de su construcción barajan el mes de septiembre.

Fuentes del Gobierno Civil de Huelva manifestaron que no es seguro que el presidente del Gobierno español, Felpe González, acuda a la inauguración, para no rentabilizar políticamente la campaña electoral del titular del Gobierno luso, Annibal Cavaco Silva.

El Ejecutivo portugués intentó que este puente se inaugurase el pasado 15 de agosto, aunque el estado de algunas obras lo impidieron.