La caída del viaducto, que ha dejado a la N-II con una sóla calzada a su paso por Esparraguera, ha obligado a recomendar rutas alternativas a los conductores y a desviar por el interior de la población el tráfico que hasta el sábado circulaba por la variante donde se ha producido el derrumbe.

La antigua N-II que pasa por el casco urbano de Esparraguera se encuentra en mal estado, ya que depende de Ministerio de Fomento y no ha sido reparada desde que se abrió la circunvalación, según indicó hoy a Servimedia un portavoz del Ayuntamiento de Esparraguera.

El municipio está despejando lo antes posible la antigua carretera nacional, utilizada masivamente por los vecinos como zona de aparcamiento.

Las autoridades locales temen que lo peor llegue mañana, cuando se vuelva al trabajo en Barcelona capital y otras localidades próximas que hoy celebran la fiesta de la Segunda Pascua.

De moento, tanto turismos como camiones atraviesan el centro de Esparraguera en ambas direcciones, si bien sólo los vehículos pesados pueden utilizar el puente que ha quedado en pie para ir hacia Barcelona. Los coches que se dirigen hacia la capital barcelonesa tienen que seguir otras rutas alternativas hasta enlazar con la N-II más adelante, en el kilómetro 580,5.