UN PUEBLO CANARIO SE AMOTINA CONTA EL OBISPO POR CESAR AL PARROCO
- El cura se hace fuerte en la parroquia y afirma que sólo saldrá del templo "con los pies por delante"
- Llamó "anticristo" al prelado y tocó a rebato para convocar a sus feligreses con el fin de que le defendieran
- Tuvieron que intervenir efectivos de la Guardia Civil y de la Policía
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Pedro Marrero Jiménez, párroco de Lomo Magullo, un pueblo del municipio grancanario de Telde, ha desobedeido la orden de cese impuesta por el obispo de Canarias, Ramón Echarren, y se niega a abandonar la parroquia, donde permanece encerrado y apoyado por los vecinos, que se han amotinado contra el prelado.
El obispo decretó el cese de Marrero a causa de su modo de actuar. El párroco no exige el tiempo de catequesis estipulado por la diócesis para comuniones, confirmaciones o bodas, y no tiene ningún reparo en bautizar a parejas de hecho, actitud que le ha hecho ganarse el favor del pueblo.
En la tare de ayer, el obispo, el vicario y media docena de sacerdotes se personaron en Lomo Magullo para convencer al párroco de que acatase la decisión adoptada por la diócesis. Marrero, sin embargo, recibió a los visitantes tocando a rebato las campanas, al tiempo que pedía a los vecinos del pueblo a través de la megafonía que acudieran a la iglesia para "impedir que los anticristos se salieran con la suya".
Inmediatamente, unas cien personas se concentraron delante de la parroquia y comenzaron a abuchear a obispo, quien se dirigió a Marrero para pedirle que hablase con él "como una persona civilizada".
El párroco respondió que aquél era un problema que debía ser resuelto por Roma, "y no por mi enemigo, con el que me niego a hablar", contestación que obtuvo los aplausos y los vítores de los habitantes del pueblo, quienes a continuación empezaron a insultar a los representantes del episcopado.
El obispo decidió utilizar entonces la megafonía de un coche de la Guardia Civil, presente en el lugar paraevitar incidentes más graves, y recriminó a la gente del pueblo las agresiones, incluso físicas, que habían sufrido tanto él como sus compañeros.
Dado que la muchedumbre, lejos de apaciguarse, persistía en su actitud e incluso se encolerizaba aún más, se tuvo que avisar a miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Marrero, por su parte, continuó increpando a la cúpula de la Iglesia con frases como "Canarias necesita gente honrada y no sacerdotes aliados con el diablo".
Un grupo de jóvenes del puebl ha logrado introducirse en la iglesia y acompaña en estos momentos al párroco, quien ha anunciado que sólo abandonará el recinto "con los pies por delante".
Los incidentes podrían agravarse en las próximas horas, cuando el obispado conceda la plaza de párroco de Lomo Magullo a un nuevo sacerdote.
(SERVIMEDIA)
10 Jul 1996
C