Esta deuda corresponde a los honorarios por la revisión de viviendas que la promotora ugestista debe al Colegio de Arquitectos de Madrid por unos 50 proyectos de 5.765 viviendas que ya estaban revisados y no habían sido retirados por la PSV.

Según las fuentes del Colegio de Arquitectos de Madrid consultadas por esta agencia, PSV retiró hoy ocho proyectos correspondientes a 707 viviendas, por cuya revisión hapagado unos 100 millones de pesetas.

Los responsables de la PSV aseguraron a esta agencia que entre el lunes y el martes retirarán todos los proyectos pendientes y liquidarán totalmente la deuda con el Colegio de Arquitectos de Madrid.

El gerente de la PSV, Carlos Soto, dió orden ayer para que de manera inmediata se retiraran todos los proyectos, horas después de que el Colegio de Arquitectos de Madrid denunciara públicamente la existencia de esta deuda.

De esta manera, se pone fin al contenioso desatado ayer entre ambas instituciones. Mientras el Colegio de Arquitectos de Madrid aseguraba que la PSV no había retirado ningún proyecto en 1992, pese a haberle informado que ya estaban revisados, la PSV insistía en que no habían sido retirados porque corresponden al programa de obras de 1993.

"HASTA INSULTANDONOS"

Las fuentes del Colegio de Arquitectos de Madrid consultadas hoy explicaron que este organismo ha hecho pública esta deuda "obligado por los cooperativistas, que acudían aquí hasa insultándonos porque la PSV les decía que el culpable del retraso en el inicio de las viviendas era el Colegio, que tenía retenidos los proyectos".

Las mismas fuentes señalaron que ayer, tras conocerse en los medios de comunicación el problema, los cooperativistas colapsaron con cientos de llamadas los teléfonos del Colegio pidiendo información y que hoy incluso se han personado algunos.

Pese a que las relaciones entre la PSV y el Colegio de Arquitectos de Madrid parecen ya normalizadas, el gernte de la cooperativa ugetista mantuvo sus críticas contra la función de revisión de proyectos que realiza este organismo.

A juicio de Carlos Soto, la labor que realizan los colegios de arquitectos es "inútil, ya que no nos sirve de nada el visado de los proyectos para la tramitación administrativa de las licencias para empezar las obras".

Para Soto, la obligatoriedad de que los colegios de arquitectos revisen los proyectos "sólo es un intrumento para el cobro de los profesionales de sus honoraris, que en la práctica deviene para los promotores en un impuesto injusto e innecesario". Este cobro podría desaparecer cuando se apruebe el proyecto de ley de los colegios profesionales.