La principal acreedora es Comylsa con una deuda de unos 2.000 millones de pesetas. Le sigue Entrecanales, con casi 1.000 millones, Obrascón, con una deuda de casi 600 millones y OCP y Auxini, con 400 millones.

Por su parte, las tres principales constructoras españolas, Fomento de Cnstrucciones y Contratas (FCC), Dragados y Cubiertas y MZVO, también son acreedoras de PSV, si bien el monto de lo que la cooperativa de viviendas les adeuda no ha trascendido.

No obstante, las fuentes consutadas afirmaron que las constructoras están "relativamente tranquilas" sobre esta deuda, ya que está garantizada mediante hipotecas. Estas empresas esperan que el proceso de segregación de la cooperativa de viviendas permita el reinicio de las obras para cobrar los importes adeudados.

Este proeso podría acelerarse para algunas promociones más adelantadas, según estudia la comisión interministerial formada para tutelar el proceso de segregación de PSV, lo que implicaría que las constructoras tendrían que reiniciar la construcción, a través de los créditos concedidos contra avance de obra.

Las constructoras afectadas firmaron acuerdos de unión temporal de empresas con IGS -la gestora de PSV- en la primavera pasada como una forma de conseguir los créditos necesarios para la construcción de la viviendas.