"Espero que la voluntad mayoritaria del Congreso sea una voluntad de cambio, de cambio para una nueva etapa, de cambio para un nuevo partido, de cambio para un nuevo mensaje ante la sociedad, de cambio para un nuevo proceso de esperanza", ijo Zapatero al llegar al Palacio Municipal de Congresos, donde se celebra el cónclave socialista.

El diputado socialista confió en que el PSOE "no tenga ninguna tendencia al conservadurismo, al inmovilismo, a la resignación, sino que tenga una tendencia clara de futuro y de ganas de trabajar mucho más y mucho mejor por la sociedad española, y de forma mucho más alegre también, que es muy importante para este Congreso, que hagamos un Congreso con optimismo, con alegría, respondiendo a cómo nos quier ver la sociedad española".

En cuanto al papel de Felipe González, Zapatero insistió en que "me parecía una propuesta razonable que fuera presidente del partido, pero no va a ser sin ninguna duda la cuestión central del Congreso. La cuestión central", reiteró, "es si se consigue una mayoría sólida de cambio y si hay una dirección homogénea y a la vez lo más integradora posible".

"Creo que no es lo más conveniente centrar el debate sobre lo que puede ser la última etapa del Partido Socialista,sino lo que debe ser la nueva etapa de este partido, que ha de ser rápidamente un partido de cambio, en forma, que haga una oposición útil para la sociedad española y que sea rápidamente alternativa al Gobierno del PP".