Zapatero aseguró que la postura del PSOE sobre la solución de problema vasco será la del PSE, y expresó su "firme voluntad de trabajar en todas las direcciones para erradicar la violencia, fortalecer la acción del Gobierno y facilitar la participación de todas las fuerzas democráticas en un consenso" contra el terrorismo.

Esta postura no impedirá, sin emargo, que los socialistas hagan al Gobierno cuantas "sugerencias" o "críticas" consideren precisas, respetando siempre el principio de "discrección" que debe reinar en las relaciones entre el Ejecutivo y el primer partido de la oposición en esta materia tan delicada.

Explicó, además, que el calendario electoral del País Vasco no es una prioridad para los socialistas, que en cambio consideran primordial seguir trabajando para recuperar la unidad de los demócratas y para conseguir que "el nacionalismo dmocrático cambie radicalmente de postura".

Rodríguez Zapatero hizo estas manifestaciones en su primera rueda de prensa como secretario general ofrecida después de la clausura del 35 Congreso Federal del PSOE.