En una rueda de prensa previa a su eunión con los delegados de la Federación Socialista Madrileña (FSM) al 35 Congreso, Rodríguez Zapatero reiteró que su candidatura es "autónoma" y aclaró que sus contactos con todos los sectores se deben a su creencia en el diálogo entre personas que pertenecen al mismo partido.

El diputado socialista negó además que esté recibiendo presiones para suscribir un pacto previo con alguno de los otros aspirantes y aseguró que se siente "plenamente libre, plenamente autónomo y respetado". Esta afirmación laaprovechó para lanzar una advertencia a quien pudiera propiciar esas presiones. "Conociéndome, no sería fácil que eso pudiera producir efecto", dijo.

En este sentido, juzgó "imprescindible" superar la etapa de las familias para que el partido salga cohesionado y reforzado, y consideró que este reto no se conseguirá utilizando ningún tipo de "palanca", sino aplicando un determinado talante a un determinado proyecto político. "Será un proceso que llevará un cierto tiempo", admitió.

Por este motivo,abogó por eliminar "la ansiedad" y por permitir que el PSOE amanezca el lunes, tras el congreso, "en un escenario de calma, de tranquilidad, para trabajar con tiempo, con reflexión, serenamente. Si soy secretario general marcaré se ritmo lento de serenidad, de diálogo y de trabajo concienzudo para ser mayoría social".

APOYO INMEDIATO

Con esta premisa, aseguró que si le eligen secretario general compondrá una dirección incluyente e integradora. Si los delegados otorgan su confianza a otro candidato "ea cual sea contará con mi apoyo inmediato para facilitar la mayoría y la cohesión" sin pensar qué puesto ocupa. "Aún asi es una hipótesis que no he pensado porque ciertamente no la contemplo", comentó.

Rodríguez Zapatero aprovechó esta rueda de prensa para hacer un balance general del proceso precongresual y para anunciar que su mensaje final a los delegados consistirá en pedirles que huyan "de la tentación de la resignación" y apuesten "por el futuro y por la esperanza".

El mensaje que quiere hcer llegar, según explicó, es que el PSOE está "en la antesala de un cambio importante" en el estilo de hacer política, y los delegados deben ser "portadores de la opinión de la calle" y deben ejercer su derecho "sagrado" al voto con responsabilidad pero también "con capacidad de arrojo".

RESPALDO A LA COMISION POLITICA

Con estas premisas, Rodríguez Zapatero reiteró su respaldo "de antemano" a la fórmula de elección que apruebe el Congreso, por entender que las reglas de juego "las tiene que marcar l partido y no los candidatos, beneficie o no a unos o a otros. Eso es lo de menos y por encima tiene que estar el interés general del partido".

Ante quienes defienden la segunda vuelta argumentando que el porcentaje de respaldo obtenido por el electo puede ser escaso, Rodríguez Zapatero reconoció que es complicado alcanzar un cierto techo cuando se presentan cuatro candidatos.

Sin embargo, y aunque un amplio respaldo en la elección mejoren las condiciones de partida, consideró que el secretario eneral elegido deberá obtener su legitimidad a base de "tiempo y trabajo".

De esta forma, el diputado socialista evitó criticar la gestión de la Comisión Política, entre otras cosas, explicó, porque el debate precongresual, que juzgó "sano, limpio, enriquecedor y respetuoso", debe servir de ejemplo a la sociedad y a "alguna otra organzación política que sólo sabe funcionar bajo el principio del dedo y de la decisión unipersonal sin ningún oxígeno democrático".

Rodríguez Zapatero estuvo en esta ruda de prensa acompañado del secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, que ya ha expresado públicamente su preferencia por José Bono. "Cualquiera de los cuatro es mejor que Aznar", dijo el dirigente madrileño. Su comentario recibió cumplida respuesta por parte del diputado, que con visible humor comentó: "he venido a convencer también a Jaime Lissavetzky".