"No supimos, aún no lo hemos hecho, dar una salida a los grves problemas de corrupción que protagonizaron figuras importantes del partido y de la administración", dice una enmienda presentada por Zamora.

Añade que eso fue aprovechado por la oposición "para transmitir una imagen del partido, que no se corresponde con la realidad, de corrupción generalizada". No obstante, continúa que "la mayor parte de la responsabilidad es nuestra por no atajar fulminantemente estos problemas".

"Tampoco hemos sabido diferenciar los problemas de la guerra sucia de los de orrupción que iban asociados. En esto hemos hecho el ridículo en no pocas ocasiones. El reconocer y agradecer públicamente la aportación y el esfuerzo en la lucha contra el terrorismo no debe impedir que si se aprovechó esa situación para enriquecerse personalmente, se exigieran responsabilidades", agrega la enmienda de Zamora.

En otra, presentada por Do Morrazo, se abunda en la idea: "Gran parte de la culpa de nuestra pérdida de confianza entre la sociedad española fue sin duda la corrupción en que s vieron inmersos muchos de nuestros cargos públicos. El partido no supo cortar a tiempo con la llegada de 'arribistas y trepadores' que no tuvieron escrúpulos e hicieron añicos la honradez, que debe ser la principal seña de identidad de cualquier cargo público".

Otro texto, de Vizcaya, expone en la misma línea: "Debemos de ser conscientes" del gravísimo daño que han supuesto para el partido "los múltiples casos de corrupción en los que han estado envueltos altos dirigentes de nuestra organización, tamién la implicación de algunos militantes en los terribles actos vinculados con los GAL...".