Esta ley, que ha contado con el apoyo e impulso de las organizaciones de cooperación y de lucha contra la pobreza, supone la prohibición de operaciones de exportación a países donde padezcan conflictos o se usen para atentar contra la dignidad del ser humano, así como a aquellos que incumplan el código de conducta de la UE y las directrices de los foros internacionales, al tiempo que impedirá el tráfico ilícito.

En un comunicado, el responsable socialista dijo que "se trata de un avance histórico, largamente demandado por las organizaciones sociales y de derechos humanos".

A su juicio, esta ley "un instrumento fundamental para garantizar la transparencia en el comercio de armas y sitúa de nuevo a España entre aquellos pocos países en el mundo que anteponen la dignidad, los derechos de los seres humanos y la paz en este tipo de comercio exterior".

Asimismo, Zerolo consideró "muy positivo" que el Gobierno deba presentar al Parlamento un informe de carácter semestral sobre el mercado exterior de armas en España.