EL PSOE es el partido anfitrión de este foro en el que participaron representantes de las formaciones socialistas y socialdemócratas europeas, que trabajan desde septiembre de 2005 en el proyecto denominado "Por una nueva Europa social". El proyecto está dirigido por el presidente del PSE, Pum Nyrup Rasmussen, y por Jacques Delors, antito presidente de la Comisión Europea.

Sus reuniones se van celebrando de manera cíclica en los diferentes países de la UE y en esta ocasión se ha producido en Madrid donde actuaron como ponentes la propia Valentín, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, y el ministro del Tesoro de Gran Bretaña, Stephen Timms.

En su intervención inicial, Valentín apostó por que las formaciones socialdemócratas no sucumban a los planteamientos "economicistas" en relación a las políticas sociales y advirtió que "no se puede definir una política social para Europa como si fuera una talla única".

En su opinión, el crecimiento económico es perfectamente compatible con el desarrollo de unas políticas sociales, que incluso pueden suponer "un impulso al empleo".

En ese mismo sentido se pronunció, Jiménez quien dijo que peselos "síntomas de crisis" en la Unión que implican precarización del trabajo, exclusión social, bajo crecimiento económico y distanciamiento entre ciudadanos e instituciones, "Europa es más necesaria que nunca" y que, pese a la crisis, "la nave va".

Trinidad Jiménez defendió el papel principal que debe jugar Europa en la defensa de lo social y destacó que, en Europa, el Estado juega un papel destacado en materia de organización y financiación de los sistemas nacionales generando servicios de "elevada calidad".

Recordó que Europa dedica una media del 27% del PIB al gasto público en protección social, frente al 15% de los Estados Unidos y al 17% de Japón.

Además, Europa tiena una "tradición sólidamente arraigada de diálogo social y cooperación" entre agentes sociales, que junto a los valores que inspiran la Unión, sitúan a Europa "en condiciones inmejorables para favorecer la transformación" necesaria.

A su juicio, para restaurar la confianza en el proyecto europeo, es necesario promover la Europa social acentuando uno de los valores diferenciadores de la UE y aprovechando estos nuevos desarrollos hacia lo social para generar riqueza y empleo.