A su juicio, lo más importante y lo que "habrá que ver" es si ello comporta también su renuncia a ser candidato en las próximas elecciones y, por tanto, "si se trata de un golpe de teatro para reforzar su liderazgopúblico, o si se trata de una renuncia que pueda suponer o permitir un cambio en la orientación política del proyecto del PSOE".

A los ciudadanos de izquierdas, según Ríos, lo que les interesa de verdad es si esto permitirá un debate político y de ideas que haga reconsiderar "el optimismo infundado sobre un modelo de construcción europea, la no asunción de responsabilidades políticas en temas de corrupción, etcétera, etcétera, etcétera".

El coordinador de IU explicó que no se puede establecer un aralelismo con el "golpe de teatro" que Felipe Gonzalez dio en 1979, cuando dimitió como secretario general.

"En ese momento llevaba solo cinco años en este cargo y entonces fue un golpe de teatro evidente. Ahora es posible que los militantes lo aclamen declarándose huérfanos. Puede que reconsidere su decisión, pero es probable que su intención sea dedicarse más a lo público y no renunciar a su papel de candidato a las elecciones y, ahí está la clave", subrayó Ríos.