Según explicó Jáuregui en rueda de prensa, el ejemplo de los funerales de Esatado es "el menos afortunado" que ha podido elegir, porque "la laicidad no tiene construida una liturgia solemne para la despedida" de los fallecidos de Estado.

Salvo ese cambio, el resto de la enmienda transaccional propuesta por los ponentes, dijo Jáuregui, ha sido aceptada por unanimidad, y han quedado a un lado propuestas como la revisión del Concordato con la Santa Sede, que había solicitado Juventudes Socialistas y alguna federación territorial.

El ponente destacó que en esta enmienda se hace una "aproximación en profundidad al concepto de laicidad" para delimitarlo y reivindicarlo como principio de "tolerancia, respeto a las creencias y construcción cívica de la sociedad".

Según explicó este concepto es "la gran conquista de la ilustración, que nos trajo el matrimonio civil y el divorcio, la universidad y la educación para todos. ¡Esa es la laicidad que el PSOE reivindica!".

Para ello, aseguró Jáuregui "enarbolamos la bandera de la ética pública" que es la norma básica que "determina cómo es el divorcio o la educación. La moral cristiana es respetable, pero no puede oponerse a la moral pública que permite, por ejemplo, a los homosexuales casarse".

Además, explicó que el PSOE reconoce que la laicidad "es un proceseo" que debe impregnar a la ciudadania y que implica que hay "un camino por recorrer" que es "lo que vamos a proponer al país".

En todo caso, se comprometió, "lo haremos con mesura", razón por la cual los ponentes han rechazado las iniciativas que pedían suprimir el término "progresivo" en la descripción del proceso hacia la laicidad y se han comprometido a "hacerlo sin provocar divisiones en un país donde la religión han sido motivo histórico de fractura".