Este es el objetivo fundamental de la Conferencia Política que el PSOE celebrará el próximo mes de julio y que se comenzó a preparar hoy en una reunión de la dirección con los secretarios generales y de organización de las distintas provincias.

Tras esta reunión, el secretario de Organización del PSOE, José Banco, expuso un balance positivo de la gestión de la dirección en los últimos meses y un esquema de los próximos retos, entre los que destacó la suscripción de un acuerdo por la inmigración y las elecciones vascas.

En líneas generales, Blanco defendió la línea de oposición fijada por la dirección, argumentando el aumento de la afiliación de mujeres y jóvenes durante los últimos meses y los datos que arrojan las encuestas.

A pesar de que el último Barómetro del CIS mantiene una distancia de más desiete puntos entre PP y PSOE en estimación de voto, Blanco destacó que los ciudadanos confían menos en el Gobierno y puntúan a sus ministros peor que hace unos meses.

Además, acudió de nuevo a los datos de intención directa de voto que arrojan una diferencia de sólo 3,9 puntos para criticar las "buenas artes de la cocina" del CIS al extraer los datos de la estimación de voto.

En sus críticas a la gestión del Gobierno, Blanco incluyó una acusación directa de "pervertir las reglas del juego democráico" por permitir que su partido, el PP, cope un alto porcentaje de las iniciativas de control al Ejecutivo en el Parlamento, una función que debe ejercer sobre todo la oposición.