Quintana hizo estas declaraciones en vísperas del acto político en el que mañana expondrá su proyecto como aspirante a sustituir a Jaime Lssavetzky al frente de la Secretaría General del FSM en el Congreso Regional que se celebrará dentro de doce meses.

El alcalde de Fuenlabrada dirige el ayuntamiento madrileño desde 1983 con mayoría absoluta, y en el acto político de mañana estará acompañado de varios alcaldes de la región y numerosos dirigentes de agrupaciones locales de la FSM.

Quintana denunció a Servimedia que, ante esta reunión, "se están produciendo llamadas de algunos compañeros de la Comisión Ejecutiva Regional" a militants y cargos públicos para que no vayan.

Tras reiterar que "me consta que hay compañeros a los que no les gusta nada que el viernes vaya a hablar y estoy dispuesto a dar la cara para cambiar esto", el alcalde de Fuenlabrada adelantó parte de su intervención y dijo que "es importante diagnosticar lo que le pasa a la FSM, que se ha convertido en un instrumento antipático al conjunto de la sociedad y que no sirve para cambiar las tendencias de voto que se tienen que producir dentro de un sector progresistaen la Comunidad de Madrid".

"En la FSM", agregó, "no existe proyecto político y sí un proyecto de carácter clientelar. Llevamos muchos años sentándonos cada familia para ver cómo repartimos los cargos de representatividad e internos. Ese es el problema más importante que veo".

Quintana es consciente de que su candidatura a la Secretaría General de la FSM, a un año vista del Congreso regional de esta formación, le convierte en "un tiro al blanco, cosa que me apena, poque creo que todo el que tengaalgo que decir para enderezar la situación debería de contarlo".

No obstante, señaló que su interés principal pasa por estar en las listas del PSOE al Congreso para las próximas elecciones generales.

"Si bien es cierto que para los socialistas de Madrid la tarea mas importante ha de ser las elecciones generales de marzo, para intentar sacar el mejor resultado posible, tambien es evidente que hemos de empezar a reflexionar sobre lo que en este momento ocurre en la FSM".

Quintana, que ha perteecido a Izquierda Socialista y apoyó a José Borrell en las primarias, dijo que "las primarias siguen siendo una excelente herramienta para elegir candidatos, no sólo al cabeza de lista, sino para el conjunto de la misma".

Señaló que, para sustituir a Lissavetzky al frente de la FSM, hay más canddidatos, aparte de él, entre ellos "Pedro Sabando, Juan Barranco o Pedro Castro", y dijo que le parece que quien quiera serlo, "no debe tener miedo a las primarias y debe aglutinar un minimo del 60% de los deleados".

Preguntado sobre si cuenta con el respaldo de Joaquín Almunia, dijo que "no tengo que pedir permiso a nadie". Reconoció que lo que está haciendo no es lo más ortodoxo, ya que "el manual marca que, para ser secretario hay que estar agachado y esperar a que venga setiembre para hacer un par de comentarios inteligentes y decir que uno tiene la capacidad de integrar. En este momento, si tuviera el paraguas que dicen que tengo, no estaría haciendo lo que estoy haciendo".

Quintana se define comode izquierdas y dice que coincide con la política que del Partido Socialista francés está aplicando en el Gobierno que preside Lionel Jospin.