"Queremos que se compruebe la existencia de productos o homologados o con algún componente tóxico, como gomas de borrar de sabores, rotuladores o papeles de distintos coLores o sabores", precisó el edil.

Crespo aseguró que ha recibido quejas de padres de alumnos, porque las telas de algunos uniformes contienen un exceso de componente acrílico que puede dar lugar a procesos alérgicos.

Estos hechos aconsejan, según Crespo, la realización de una campaña de inspección desde la institución municipal, dado el tipo de población que puede verse afectada y e grado de inversión económica que la adquisición del material escolar supone a los padres.

El concejal socialista cifró en 50.000 pesetas el gasto medio de los padres en cada hijo en edad escolar. "Si multiplicamos esa cifra por casi un millón de alumnos, nos situamos en unas cifras muy elevadas que merecen la atención del Ayuntamiento", precisó.

Por su parte, el concejal de Sanidad, Simón Viñals, valoró positivamente la iniciativa y anunció que, aunque quizá sea un poco tarde, intentará llevarlaa cabo, dada la importancia y la población a la que va dirigida.