Aunque los socialistas se muestran de acuerdo con la incorporación de xtranjeros, "como una respuesta integradora y solidaria de la sociedad española al fenómeno de la inmigración", consideran que "no es creíble esta finalidad en el Proyecto del Gobierno, que no responde a los objetivos y principios que deben regir la integración de los inmigrantes en la sociedad española y en sus Fuerzas Armadas".

En el Proyecto de Ley se apuntan excesivas limitaciones a la incorporación de extranjeros en las Fuerzas Armadas, lo que contradice el argumento de la integración. Sólo se pemitirá a los ciudadanos de países con vínculos culturales y lingüísticos con España (Iberoamericanos, Guineanos ), únicamente durante tres años, sin posibilidad alguna de permanencia o ascenso salvo que adquieran la nacionalidad española y exclusivamente en ciertas especialidades de determinadas unidades que según el Ministerio presentan una fisonomía especial con la que pueden sentirse más identificados (Legión, Infantería de Marina, ).

Según el portavoz socialista de Defensa, Jordi Marsal, "la verdaera causa de la propuesta es el fracaso del Ministerio de Defensa en la incorporación de soldados profesionales, una vez suspendido el servicio militar obligatorio. A pesar de la disminución de las expectativas iniciales y la reducción del número de efectivos, durante 2001 no llegaron a cubrirse ni siquiera la mitad de las plazas convocadas".

Sin embargo, para Marsal, "la solución no se encuentra en la adopción de medidas precipitadas como la presentada por el Gobierno, sino en la aplicación de incentvos apropiados para la incorporación a las Fuerzas Armadas. Además, se debería abrir un proceso de reflexión que incluya la conclusión de la Revisión Estratégica de la Defensa y la realización de los ajustes que sean necesarios en el modelo de Fuerzas Armadas a la vista de la experiencia adquirida en el proceso de profesionalización y de las previsiones presupuestarias y demográficas".