El proyecto aprobado por el Ejecutivo despierta los recelos del PSOE, que es "crítico" con esta reforma en concreto, aunque reconoce la necesidad de modernizar las normas que rigen el funcionamiento del Ministerio Fiscal.

Según dijo Caldera en rueda de prensa, los pilares funamentales sobre los que debe apoyarse cualquier modificación deben ser la garantía de "neutralidad e independencia" de la Fiscalía General del Estado, de manera que su titular no sea sólo "el abogado defensor de los miembros del Gobierno".

Caldera destacó, además, que en esta reforma se atribuyen nuevas competencias al fiscal general y se recortan las de otros fiscales, por lo que anunció que su grupo presentará enmiendas al proyecto del Gobierno en su trámite parlamentario, para inscribir la reforma n los principios inspiradores del Pacto por la Justicia, suscrito entre PP y PSOE.