Caldera expresa en su escrito a la presidenta del Congreso su convencimiento de que en la situación actual de Yugoslavia, "tras la admirable y ejemplar conducta del pueblo serbio en defensa de su voluntad inequívocamente democrátia", son más que nunca necesarias las muestras de apoyo de los países europeos hacia el esperanzador proceso democrático iniciado en ese país.

El portavoz socialista entiende que "estas muestras de apoyo no deberían limitarse al levantamiento de sanciones ni a las muy necesarias ayudas y políticas de cooperación dirigidas a la reconstrucción y el desarrollo de la maltrecha economía yugoslava, sino que Europa y los países miembros de la Unión no pueden ahorrar oportunidades para manifestar su apoyo a esa 'revolución democrática', especialmente desde las instituciones más representativas de la democracia y el Estado de Derecho, como son las Cortes Generales".