De esta forma, Blanco dio un toque de atención a la dirección del PP, al mismo tiempo que daba por hecho que habrá acuerdo entre constitucionalistas para gobernar instituciones como la Diputación de Alava, para la que el PSOE insiste en el liderazgo de su cabeza de lista, Javier Rojo.

Blanco lo hizo además en la rueda de prensa para informar del contenido de la reunión del Comité Federal el PSOE, su máximo órgano de dirección entre congresos y competente para aprobar las líneas generales en las que deben basarse los pactos poselectorales. "¿Es mucho pedir al PP elegancia con quien va a compartir responsabilidades de gobierno y responsabilidad para no señalar con el dedo acusador a quien va a compartir esas responsabilidades?", se preguntó Blanco, que reclamó abiertamente a José María Aznar y a Javier Arenas "que dejen de utilizar el dolor y la preocupación de millones de personas para tratr de legitimar posiciones partidistas y electorales".

"Que de verdad entiendan que para fortalecer la Constitución en Euskadi hay que fortalecer al Partido Socialista de Euskadi y al PP, y eso no tiene que ver con cuotas de poder, sino con principios y convencimientos", insistió Blanco.

Las intervenciones a puerta cerrada de los dirigentes del Comité Federal no estuvieron centradas en los acuerdos poselectorales, pero Blanco anunció que en una próxima comparecencia ante los medios de comunicaciónrelatará "las contradicciones" en las que está incurriendo el PP al enjuiciar estos posibles pactos, considerándolos legítimos "cuando le benefician" y demonizándolos en todos los demás casos.

Como mero ejemplo, aseguró que la dirección del PSOE tiene constancia de algunos intentos de acuerdo del PP con Izquierda Unida, formación a la que han criticado abiertamente, en ayuntamientos de Andalucía y de Extremadura, y con "algún partido" de los que formaban el tan denostado por los populares Gobierno en aleares hasta el 25 de mayo.

Los dirigentes del PP, sentenció Blanco, "tienen mucha cara dura, porque dicen una cosa y practican la contraria". La petición consecuente desde la dirección socialista es "que sean coherentes y que no demonicen lo que no pueden alcanzar mientras intentan llegar a acuerdos a cualquier precio y con quien sea".

En la Comunidad de Madrid, si pudieran, añadió Blanco, "intentarían que el PSOE no gobernara en ninguna institución", porque los populares "no tienen principios,sólo les importa el poder". Sobre el acuerdo con Izquierda Unida, explicó que será la dirección regional del partido la que explique el acuerdo, que está "avanzado", como ha sido ya la dirección de Cantabria la que ha expuesto el contenido del acuerdo con los regionalistas en esta comunidad.

Blanco se mostró convencido de que el discurso "crispado" del PP evidencia "que la procesión va por dentro a pesar de la propaganda", y que son conscientes de que han sufrido "una derrota electoral que no conocíanen doce años", y de que "van camino de su suelo electoral".

El dirigente socialista no quiso hacer un análisis de la situación en cada federación, pero aclaró, por ejemplo, que la Ejecutiva Federal apuesta por la estabilidad del partido en Valencia, una comunidad en la que los resultados han quedado muy lejos de las expectativas, es decir, que respaldan a Joan Ignasi Plà y a sus dirigentes. El argumento es que esta federación ha tenido ya bastantes "turbulencias" en el pasado y al menos se ha conseguio ya cohesionar la organización.

Fue el del Comité Federal, según Blanco, un análisis "tranquilo y sosegado", cuyo denominador común fue la satisfacción por el resultado de las elecciones que han supuesto el debut de la actual dirección, y también la responsabilidad de saber que hay que construir una alternativa que permita la victoria en las generales de 2004.