Entre las propuestas realizadas por el PSOE en esta materia destacanla aplicación "real" de la Ordenanza General de Medio Ambiente Urbano, que, según la concejala Ana Tutor, "se incumple constantemente".

Los socialistas denuncian además la carencia de un "mapa acústico" en Madrid y piden el establecimiento de una red automática de control de ruidos -que costaría unos 50 millones de pesetas-, la instalación de pantallas acústicas vegetales y convencionales en las zonas de la ciudad con mayores ndices de ruido y un plan de sustitución del asfalto convencional por asfalto poroso.

También proponen un plan de protección de las zonas especialmente sensibles al ruido urbano, como aquellas en las que se localizan hospitales o colegios, el desarrollo de una campaña de concienciación ciudadana, dotar a la Policía Municipal de aparatos de medición de ruidos y limitar los niveles sonoros de sirenas y alarmas.

Según Ana Tutor, "hay muchos casos en que el ruido de Madrid roza los umbrales del dolory, por tanto, puede causar muchos tipos de interferencias a la vida y a la salud de los madrileños".