"Aunque Safiya aseguró que fue violada -señaa Navarro- no puede probarlo, porque para ello necesita un testimonio de 4 personas, por supuesto varones, que fueran testigos del hecho. A pesar de ser la víctima, se la condena a morir lapidada, sentencia que constituye un atentado contra los derechos humanos y contra la vida de todas las mujeres del mundo".

En opinión de Navarro, "los Gobiernos y las Instituciones democráticas tenemos la obligación de defender los derechos humanos más allá de cualquier ideología o planteamiento político. Nuestro copromiso colectivo es la defensa de la dignidad humana. El Gobierno español debe intervenir ante el Gobierno de Nigeria para que suspenda la ejecución de Safiya y se la permita vivir en paz y en libertad"